El Sebadal es un polígono industrial situado en la punta nordeste de Gran Canaria. Unos lo conocen porque es desde donde salen las carrozas del carnaval, otros porque van allí de concesionarios para renovar coche y algún despistado incluso recuerda que en algún momento de su vida hubo hasta una discoteca. El amigo pesimista te contará que es el culpable del tapón de tráfico de Torre Las Palmas todos los días a las 14:00 y el optimista te dirá que probablemente trabajó hace algunos años en alguna de las empresas que allí cohabitan. Era otra época. Hasta hace algunos años incluso podían leerse carteles indicativos direccionales con el nombre del polígono escrito con <C>.
Si poner de acuerdo a personas es complicado, poner de acuerdo a empresas completas, con todas sus personitas implicadas, me parece una labor gigantesca. Pues a esto se dedica la asociación AEDAL, que busca en esta unión aumentar la competitividad y dinamizar (si es que fuera diferente) la zona. Entre, supongo, otras acciones, llevan dos años intentando hacerse un hueco en la aun creciente burbuja del running y hoy domingo 5 de octubre se ha celebrado su segunda edición.
Siendo trabajador asiduo de la zona y habiéndome perdido la primera por molestias en un pié, no podía faltar a esta segunda. De la primera edición conocía las impresiones de amigos corredores que hablaron bastante bien del trato organizativo, y este es uno de esos detalles que en caso de dudar, hacen inclinar la balanza hacia el sí.
El Sebadal desde el aire. Foto: elsebadal.com
No nos engañemos, la carrera es una carrera modesta, en un sitio bastante feo (aunque menos feo y mucho más limpio que otros polígonos industriales, incluso hay zonas con bonitas vistas al muelle y al resto de la ciudad) sin nada de público y con un circuito rompe-piernas, pero no todas las carreras son la maratón de Nueva York. Que quede claro que prefiero una carrera modesta a una con pretensiones no cumplidas y creo que la carrera El Sebadal cumple perfectamente con su cometido.
La zona tiene muy fácil acceso y es muy cómoda para ir a correr con familiares e incluso niños, las múltiples distancias la hacen accesible a todo tipo de corredores y la cantidad y calidad de los voluntarios hacen que las sufridas cuestas cuesten, valga la redundancia, un poco menos. Los premios para los ganadores y afortunados del sorteo han sido otra de las gratas sorpresas del día, con viajes a las islas, estancias en hoteles y bonos de talasoterapia.
Llego al Sebadal con una hora de antelación, más que suficiente para recoger el dorsal y ponerlo con calma, aunque esto no evitara que lo colocara torcido, faltaría más. El día amanece nublado y sabiendo las cuestas que nos esperan se agradece que no pegue sol.
Con @Carlos_Ester
Ya en la zona de salida se ve bastante ambiente, más del que esperaba y es que la zona y el tipo de carrera atraen a más familiares y conocidos de lo normal y los circuitos a varias vueltas, dan muchas oportunidades de sacar fotos. Saludar a conocidos es uno de los grandes alicientes de vivir en una isla, y por allí andaba lo más variopinto del ya de por si colorido ambiente runner.
Con Jony Oxford (vuelve a la cinta roja, Jony) y José Lobillo
Buscamos sitio para soltar lastre (se echó de menos algún sitio para que las chicas pudieran hacerlo decentemente) y calentamos bien, ya que la carrera empieza con casi 1 kilómetro cuesta abajo. La salida se retrasa un poco, algo que no está bien, pero nos avisan y nos dan 5 minutillos para re-calentar y… volver a soltar lastre. El speaker da la salida y se forma la estampida, me pilla no demasiado bien colocado y tardo unos cientos de metros en estar en un buen sitio.
¡Despegamos! Foto: Lorena Komekun
La mayor parte de caras (en realidad quiero decir ritmos) conocidas van a las distancias más cortas (3 o 7 kilómetros) así que me cuesta un rato encontrar un grupo fiable. Llegamos al punto más bajo del circuito, rotonda y a subir. Ya todo el tercio delantero va en fila india y los primeros cadáveres pasados de vueltas. Es curioso como esta sub-especie de corredor, que siempre sale a todo lo que puede para luego arrastrarse el resto de la carrera, no deja de intentarlo una y otra vez, esperando que algún día suene alguna flauta, que ya aventuro que muy afinada no va a estar. A unos 75 metros por delante veo al crack Juan Saavedra, que forma grupo con unos 5 corredores, pero son muchos metros y no quiero tirar yo sólo.
Mi compañero durante casi toda la carrera y yo
Pasamos por meta, volvemos a bajar y en la subida ya solo aguantamos un compañero y yo. Ya hace rato vamos doblando a corredores y el sol busca el hueco entre las nubes… ¡el que faltaba! Tiro un poco del compañero (a ver si consigo tu nombre y actualizo esto…) y aguanta bien, incluso nos relevamos un par de veces. En esta segunda vuelta vamos alcanzando a los corredores que iban en el grupo de Juan, que ya va sólo. Segundo paso por meta y comienza la última vuelta, el calor ya aprieta y a mí que no me gusta nada beber en un 10000 me obligo a hacerlo.
Tirando del grupo del fondo, Juan pasando bajo el arco ya sin grupo.
Bajamos por última vez, ahora ya a un ritmo más rápido, rotonda y pa’rriba. Antes del giro veo pasar a Rafa Suarez (va líder destacado) y a Victor Sánchez (segundo) el tercero es Juan y yo voy cuarto. En la subida le pregunto al compañero si va bien para ir a por Juan y me dice que él ya va a todo lo que puede, toca apretar los dientes y en la contrameta llego a su altura. Quedarán unos 800 metros, mis pulsaciones ya las escuchan hasta los demás y a Juan no le para de sonar el GPS/Pulsómetro. Vamos a tope. Como no me fio de mi sprint hago un paupérrimo intento de cambio de ritmo que Juan sigue perfectamente, ya solo quedan unos 400 metros. Los primeros 200 son en bajada y llenos de curvas, los últimos en la recta de meta. Llegamos a ella y Juan me gana merecidísimamente al sprint.
Supergañán VS un crack. Adivinad quien ganó…
José Lobillo se marcó un impresionante sexto puesto, a muy poquita distancia del quinto y salió con ese amargo sabor de boca que se te queda cuando acabas un poco más fresco de lo esperado y piensas que podrías haber apretado un poco más… JonyOxford confirmó que su isquiotibial sigue en el sitio y la mega-crack de Sole… ¡ganó al sprint los 10 kilómetros!
@soledad_RR @JoseLobillo @AaronSanRo y @jonyoxford. Por orden inversamente proporcional al número de tweets semanales xD
En mi opinión, lo mejor ha sido el ambiente festivo que suele rodear a las carreras de tamaño pequeño, donde el corredor no habitual se siente más cómodo que en las estresantes carreras masificadas. A eso además hay que añadir que aún estamos empezando octubre y que el calendario atlético de ruta acaba de empezar, con lo que mucha gente se la ha tomado como una pequeña fiesta del principio de temporada. El tener a solo 20 días de distancia la ya archifamosa LPA Night Run también aumenta el número de corredores que buscan sensaciones de cara a su primer gran objetivo de la temporada.
Ojo al dato, de izquierda a derecha: El segundo, tercero, cuarto, sexto y primero. Nos daba cosica colocarnos xD
Las tres mejores en los 10.5 kilómetros
¡Soledad Rodríguez! ¡Ganar al sprint sabe mejor!
Y aquí los tres mejores:
¡Qué grande eres Rafa! y vaya compañía llevas
Epílogo:
Sobrevivir en un calendario de carreras como el que tenemos en las islas es muy complicado, en un mercado donde hay oferta todos los fines de semana, diferenciarte y buscar tu público es la clave. En mi modestísima opinión y desde el punto de vista del corredor, apostaría por potenciar en el futuro el carácter familiar, accesible y solidario de esta prueba. Logrando mantener esa estructura con el pilar del buen trato al corredor no dudo en que podemos tener carrera El Sebadal por muchos años, destacando especialmente a los voluntarios, speaker, cantidad y calidad del avituallamiento, servicio de masajes y seguridad en todo el circuito.
Una foto genial que muestra el espíritu vivido este domingo en El Sebadal
Como posibles mejoras, no limitar la recogida de dorsales a una sola tarde y/o anunciar la posibilidad de entrega el mismo día de la prueba, que si bien se pudo hacer, no lo ponía en ningún sitio.
El trofeo
Como el cuarto puesto supo a poco… hubo que endulzar la tarde, que una vez al año…