Archive for 29 febrero, 2012

Equipos para la Vuelta Atlética Ciudad de Arucas

– Actualizado el 5 de Marzo –

La búsqueda de corredores con ganas de pasárselo bien sigue adelante, pero voy a crear este post (con un link en la portada del blog) para ir actualizando equipos, participantes y demás jauría. Si estás leyendo esto y no sabes de qué va el tema, no te preocupes, léete esto y únete al clan de los blogueros-globeros.

A día 29 de febrero tenemos a ésta serie de señoritas y personajillos dispuestos a correr en Arucas, con el único fin de hundir en la más absoluta de las miserias deportivas al equipo rival.

  • 2 Chicas confirmadas: Luisa y Teresa
  • 1 Chica pendientes de confirmación: Amiga de Teresa
  • 9 Chicos confirmados: Manuel, Pancho, Gonzalo, Iván, Fran, Josepe, Ale, Pepe y Aarón
  • 1 Chico pendiente de confirmación: Hermano de Gonzalo
  • Quique (hasta que escriba la crónica de la Gran Canaria Maratón)

Por confirmados se entiende que hay ganas de ir y que no te vas a escaquear por minucias de looser. Si luego pasa cualquier cosa y no se puede ir, pues no se puede. Es lo que tiene hacer planes en febrero para diciembre xD

Si tienes ganas de correr esta carrera por etapas (cinco corredores, cinco etapas, etapas entre 5 y 9 km) y no tienes equipo, te añadimos al nuestro.

Si piensas que no das la “talla” te equivocas, aqui los habemos de todos los tamaños y colores.

Si no tienes blog no te preocupes, mejor correr y no tener blog, que tenerlo y no correr :P

Se busca

Se buscan cuatro intrépidos corredores para participar en la Vuelta Atlética Ciudad de Arucas que se celebra en Diciembre. No es necesaria experiencia previa. Se valorará positivamente las ganas de correr. Imprescindible buena presencia (nada de correr sin camiseta, no vale atarse el dorsal a los piercing de los pezones, etc.). Se puntuará positivamente tener blog lustroso y actualizado, abstenerse los “lurkers”.

Ya van dos ediciones que me pierdo por no reunir a cuatro amiguetes y animarlos a correr ésta carrera. No he ido nunca, pero es de esas carreras un poco “distintas” que tienen pinta de tener un post-carrera simpático. Si alguien se anima que levante la mano y ahí nos plantamos en diciembre (que nadie se atreva a decir que no lo digo con antelación jaja)

Según he leído, corren cinco corredores por equipo, cada corredor una etapa. Todas las etapas se corren el mismo día y las etapas van de los 5 Km de la más corta a los 9 de la más larga. Vamos, un paseíto, aunque en Arucas no hay mucho llano por mucho que se busque. Creo que sería conveniente hacer un equipo de 6, por si de aqui a Diciembre alguien tiene alguna lesión o percance.

Si os animáis ya estais tardando en decirmelo y si no os animáis, pues ANIMAROS!!!. Lo suyo es pasarselo bien, si corres como un perezoso despues de la siesta… ¡mejor! No sé si permiten equipos mixtos (me da a mi que no, por las clasificaciones de otros años) pero siempre se puede insistir y alegar alguna ley de éstas modernas por si cuela…

PD: Perdón por tan pobre recompensa, pero ya sabéis lo mal que lo estamos pasando los autónomos…

Sembrando

Buscar la palabra sembrar en google, hace que no dejes de sorprenderte de la interweb. La buscaba para tener una foto que simbolizara precisamente eso, la siembra, según la RAE en su sexta acepción: hacer algo de que se ha de seguir fruto. Digo esto, porque en épocas lejanas a objetivos, a los que nos gusta entrenarnos para la consecución de un fin, se nos hace un pelín cuesta arriba.

Después de una preparación más o menos “dura” para una carrera, si está bien planificada, deberíamos haber llegado en el tope de forma justo en el proceso de la famosa supercompensación. Después de la carrera, nos puede quedar más o menos tiempo en nuestra supercompensación, pero la bajada es inevitable. Cada persona es un mundo, y hay gente que puede mantener la forma “supercompensada” muy poquito tiempo y otros la pueden estirar mucho más. Pero no hay que engañarse. Si alguien dice estar “siempre igual de bien” es que está claramente por debajo su nivel durante todo ese tiempo.

Bajo ésta idea, me he dedicado las últimas semanas a perder forma. Suena un poco raro sí, pero viniendo de hacer 6 días de entrenamiento a la semana con una media de 75-80 kilómetros, salir ahora sólo tres veces a la semana no vale para mantener la forma (si aceptamos el concepto mantener, que es un bonito debate también).

Además de perder la forma de manera “voluntaria”, la señorita gripe me recordó que dejar el complejo vitamínico no fue buena idea. Tres días con fiebre y descansando muy poco me han dejado frito. Hoy he ido al parque a dar unas 7 vueltas, a ver si recordaba de lo que iba el rollito este.

A donde quería llegar con lo de la siembra, es que no se puede estar todo el tiempo al 100%, a veces hay que dejarse ir para en un futuro no muy lejano, recoger esos beneficios en forma de mejora de nuestra forma física y mental.

No es inusual hablar con corredores que han hecho una media este fin de semana, la semana que vienen tienen otra y además de montaña, luego una trail de no-se-cuantos, luego un triatlón en no-se-donde y así durante todo el año y año tras año.

Como dice la frase: el tiempo pone a cada uno en su sitio. Y en este caso el tiempo no es sólo una fecha, sino también una marca. Todo esto obviamente no vale de nada si la palabra mejorar no entra en tu diccionario runner, o si te conformas con hacer siempre lo mismo y de la misma manera, pero algo me dice que el espíritu del corredor no es ese, o al menos no es sólo ese.

Crónica I Canarias Vertical Run

El pasado jueves en el Hotel Cantur empezaba la entrega de dorsales para la I Canarias Vertical Run. Daban dorsal y la escueta bolsa del corredor con la camiseta técnica del evento, en azul y amarillo, no vaya a ser que nos olvidemos de donde estamos (no me quejo, que me va perfecta con mis Mizuno Musha II) Curiosamente no se entregaba el chip junto con el dorsal. Esa misma tarde hubo charla de los organizadores y de los atletas invitados para explicar un poco la prueba, el recorrido y el mundillo de las carreras verticales (en edificios), pero no me pude quedar, una lástima. También tenían impreso el orden de salida, que iba según dorsal y categoría. Me tocó el 63, que significaba salir a las 19:00 mas ó menos.

Ya el día de la carrera salgo temprano para intentar aparcar por la zona (iluso) y no me queda más remedio que tirar de parking. Aparco y ya hay ambientillo, tienen unas gradas montadas en la plaza del edificio que están bastante concurridas y las típicas carpas de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, etc. Recojo el chip (que va con cinta de velcro, que no me gusta nada) y me voy a la grada, que están mis padres por ahí y todavía queda más de una hora para salir.

A los pocos minutos veo llegar a Manuel Robaina (y familia) y nos lo pasamos como enanos (al menos yo jejej) comentando las chorradillas típicas pre-carrera.

Empiezan a salir las primeras corredoras, un grupo de extranjeras que se lo pasa en grande y suben medio disfrazadas. El speaker empieza fuerte, animando y llamando a corredores, anunciando las categorías y tal, pero al poco, yo al menos dejé de oírlo. Las salidas son un poco extrañas. Es una carrera contrarreloj, donde sale un atleta cada minuto en grupos de cinco. Esto es, en cinco minutos salen cinco corredores y luego hay un parón hasta el siguiente grupo. Los parones entre grupos me parecen exageradamente largos, hay tramos de 10 ó 15 minutos sin que salga nadie y eso lleva a que la grada se vacíe a la media hora de la salida de las primeras chicas. De una de las carpas, cada rato viene un chico a repartir comida a todo el público que por allí pasa.

Se va acercando la hora y Manuel y yo empezamos a hacer aspavientos que simulan un calentamiento. Hace fresco (vamos a no llamarlo frío) se está haciendo de noche y hay un pelín de aire. Aprovecho para ir al baño en el balneario de la Playa de las Canteras y vamos ya a la zona de salida. Manuel sale antes que yo y de los grupos de cinco es raro que salga uno completo, falta mucha gente, así que van adelantando dorsales. Esto es lo malo de poner la hora de salida exacta, si te falla gente no puedes adelantar a otros, pues pueden no haber llegado o no estar preparados etc. Le resta ritmo a la prueba en general, que se hace eterna para los que corremos y para los que van a verla.

Entre los corredores reconozco a tres o cuatro habituales de las carreras de asfalto de por aquí pero poco más, según otros compañeros parece que hay más gente del mundillo de la montaña. Llega el momento de la salida, me siento como un ciclista en la última contrarreloj del Tour, 3, 2, 1, zas.

El primer tramo se hace en la plaza, unos 50 metros en “L” delimitados por vallas, luego un giro a la izquierda y bajada de escaleras al sótano. En este giro resbalé y a punto estuve de caerme, primer susto. Se bajan dos pisos por las escaleras y se sale al garaje. La mezcla del calor allí abajo y la soledad del primer tramo impresiona un poco, afortunadamente está todo bien delimitado con vallas, cintas, conos, etc. Un par de giros subiendo el garaje y entramos en el primer tramo de escaleras. Ya por aquí hay gente de la organización que te ayuda a tomar alguna curva ¡gracias!.

Las escaleras son bastante estrechas, voy a todo lo que doy, de dos en dos y me ayudo del pasamanos. Intento empezar a subir cada tramo con un pie diferente para equilibrar, pero cuando voy pillando el ritmo toca cambiar de caja de escalera. Un pequeño pasillo y otra vez pa’rriba. Mantengo el ritmo y noto como las piernas empiezan a quejarse, cada pocos pisos hay gente de la organización, cruz roja, fotógrafos, cámaras de vídeo… No sé por dónde voy, con la concentración puesta en el sufrimiento y en mirar los escalones no he levantado la cabeza en todo el recorrido. Miro hacia arriba, veo el número 11 y ¡quietooorll! segundo susto.

Levantar la cabeza no ha sido buena idea y me da un mareíto interesante durante unos segundos. Me agarro bien a la barandilla y relajo el ritmo. Aquí está la parte más chunga de todo el recorrido, una vez que tienes que bajar el ritmo, acoplarte a otro es muy complicado. No puedes subir de dos en dos si vas lento y subir de dos en dos caminando no parece buena idea, subir de uno en uno rápido parece la mejor opción pero da la sensación de ir lentísimo. Así que durante tres o cuatro pisos voy buscando el mejor método, pero no lo encuentro. A estas alturas (nunca mejor dicho) ya voy por el piso 16 ó 17, hay que dejarse el alma y subo un piso corriendo de dos en dos y otro caminando rápido de uno en uno. Dos niñas en pijama me saludan un uno de los rellanos. Esto es una media claro, hubo tramos en los que hacia una cosa diferente por escalón, el cacao mental era ya importante.

Justo en el último escalón del último tramo tuve el clásico fallo muscular, ese que te impide completar esa dominada o levantar esa última repetición de tu curl de bíceps. ¡Justo a tiempo! pensé para mis adentros. Al llegar a la cima, saludo a la cámara (¿me estarán viendo el careto abajo en la plaza? Si) y a coger aire. Pese a que la azotea es la clásica no transitable, con gravilla y mil chimeneas de aires acondicionados, han dispuesto una pequeña carpa con sillas para descansar, equipo de emergencias y avituallamiento. Aún cuando el cuerpo sólo pedía sentarse, yo quería caminar para relajar y coger aire, algo difícil en una azotea. Pillé una Coca Cola Zero (¡Ponedla con azúcar por favooorr!) y bajé con este nuevo amigo por donde mismo habíamos subido. 

En la cima no había crono, aunque uno de los organizadores me avisó de que el mejor tiempo hasta el momento era de 2’45”. Mi crono marcó 3’19”. La bajada con el “tembleque” de piernas fue curiosa y ya abajo aproveché para abrigarme. El avituallamiento de abajo muy bien puesto, con Coca-cola, Powerade, Fanta, agua y fruta que hubieran calmado la sed de tres o cuatro veces la cantidad de corredores que allí estábamos.

Los tiempos los iban imprimiendo de vez en cuando en un tablón, que aunque algo concurrido sirvió para verme en el 2º puesto de la categoría senior y el 10º de la general absoluta.

Los resultados completos se pueden consultar aqui.

A destacar en la carrera:

  • La organización muy completa, muy buenos avituallamientos y bastante gente trabajando para que todo saliera bien.
  • La seguridad que daba la prueba, con los puestos de cruz roja y con los técnicos sanitarios cada pocas plantas.
  • Que se implique gente en eventos de este tipo, de por sí, ya es algo remarcable.
  • Pruebas deportivas tan diferentes como estas dan variedad al calendario atlético y anima a más gente a apuntarse en eventos deportivos populares.

Cosillas a mejorar:

  • La consolidación de la prueba (si ocurre, claro) hará que se anuncie con tiempo suficiente para prepararla mejor.
  • Las categorías en una prueba tan corta y tan popular en mi opinión eran demasiadas. Yo lo haría open hasta 35 y luego veteranos, como en cualquier otra carrera atlética. Y luego clasificaciones diferentes para los grupos de bomberos, policías y militares, pero que también cuenten para la open.
  • Mas ritmo en el flujo de salida de participantes, de cara a la gente que ve la prueba, ganaría mucho.

El resumen de la carrera no puede ser mejor, una tarde muy agradable en compañía de Manuel y un evento bastante bien organizado para ser la primera vez que se celebra y para haberse hecho tan rápido (según me comentó alguien, sólo tuvieron un mes y poco para organizarlo todo). ¡Gracias a todos los que la hicieron posible y a repetirla el año que viene!

Las fotos las he pillado de Bichillorunner y de La Provincia

Stairway to Heaven

El domingo hice “el entrenamiento”. Con la Canarias Vertical RUN a menos de una semana, había que probarse en un edificio de similares características y como no tengo ninguno a mano, tuve que tirar de agenda. Y ahí me planté, en medio de la ciudad, frente a un edificio de 20 plantas, que aunque cuando era niño imponía hoy parece algo normal, incluso pequeño. Unos minutos de carrera para calentar y subí al quinto piso a saludar a la familia. De ahí partió el reconocimiento e hice una primera subida suave hasta la planta 20, escalón por escalón a ritmo suave y sin cronometrar. Ahí ya empezó el sudor. Baje también a buen ritmo y descansé unos minutos hasta que las pulsaciones se relajaran.

La segunda fue la buena, ésta vez ya desde el portal donde por cierto, hablando con el portero, me comentó que no fui el primero en ponerse a correr por las escaleras esta semana ya que había venido un grupillo a entrenar un par de días antes. Click al crono y pa’rriba, de dos en dos, como mandan los cánones. No tuve que parar en la subida, pero algún piso que otro hubo que subirlo de uno en uno en lugar de hacerlo de dos en dos. Hice cima en 2’20” con la lengua fuera y tembleque en las patitas.

Subí otras dos veces más, la siguiente en 2’40” más suave y una última ya sin cronometrar por aquello del “ya que estamos”.

Efectivamente te pones a 200 pulsaciones fácil fácil y las piernas se te funden con cierta facilidad. También es un pelín “peligroso” ya que a medida que te vas cansando, libras con más esfuerzo los escalones y si por desgracia no llegas al segundo escalón del “salto” tus espinillas corren peligro.

También hay que decir que estos días he estado haciendo sentadillas, zancadas y demás ejercicios de fuerza del tren inferior, para ir un poco decente al “evento”

¡Espero no tener que hacer uso de las botellas de oxígeno! Y si lo hago, que me lleven al cielo!

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