Últimamente me surgen dudas incluso para poner el nombre de los posts. Debería empezar por decir que yo no corrí la media maratón, corrí el 5000 que se celebraba junto con la media maratón y la prueba de 10.5 Km. Mi falta de entrenamiento, los pocos kilómetros, y el escaso tiempo que ha pasado desde mi recuperación me llaman a no hacer muchas virguerías en las carreras. Hace pocas semanas pude comparar mi estado de forma con el del año pasado en los 10 kilómetros del II Criterium de 7 Palmas y ahora me tentaba el saber cómo estaba en una carrera más corta.
Es muy curioso cómo la gente que corre (sobre todo la gente que corre) te mira cuando le dices que te has apuntado a un 5000. Deben creer que tienes alguna discapacidad física-psíquica o que algo anda mal ahí adentro (en la cabeza, si) porque los ojos se entornan en una mueca mezclada entre lástima y asombro. Es lo que tiene la moda de la distancia, cuanto más tiempo lleves corriendo, más distancia hay que hacer, no queda otra…
Pronosticaban poco viento y mal tiempo (bueno para correr) y acertaron al 50%. Hizo solajera (sol constante e intenso, by Manolo Vieira) y el viento mínimo que hace por esa zona, que podríamos considerarlo como: jodelón pero no determinante. Llegué temprano, con el gusanillo ese en la barriga de quien acude a un sitio sin entrada. Como últimamente no encuentro hueco en el Outlook, un amiguete debutante se ofreció a recogerme el dorsal, y la espera fue el mayor sufrimiento de la carrera. No sé si estaba tenso por la espera del dorsal, la incógnita de la carrera, las ganas de tirarme a calentar que ya tenía… lo único cierto es que una vez que llegó, me hice polvo los dedos a base de clavarme los imperdibles y si no llega a ser por Quique, salgo sin chip.
Ni calentamiento, ni meada, ni leches… who cares? cuatro giros de tobillo, dos pa cada lado, un par de rectas sorteando a todo cristo y a la salida. Y aquí lo de siempre, montonera, haceros pa’tras, retraso, haceros más pa’tras, más retraso. El speaker repetía una y otra vez que no quería ver a nadie “lento” (si, quería decir gordo) en la salida, pero se ve que la grasa o el humo del tabaco les tapian los tímpanos. Debí salir en octava o novena fila, era imposible flanquear tanto Juggernaut level 50 (de peso)
Lo más curioso eran sus conversaciones y el envenenamiento que producian a más de uno. Pero ¡ay amigo! las miradas no parecen ser suficiente.
– Aquí están todos los “buenos” macho, estos corren que te cagas
– Si, si, esta peña corre a “4 el mil” lo menos
Pero nada, ahí se quedaron, para que yo entrenara mi cintura y oblícuos a-prueba-de-esquives. ¿Esta gente no ha visto nunca una carrera de Felipe Massa? Disparan y después de varias cargas legales voy buscando hueco que no encuentro. He salido muy atrás. En estas carreras con premio, aparecen corredores de todas partes y llegas a preguntarte si dan dinero o donetes (por mí que den lo segundo y se queden en sus casas) y claro, pasa lo que pasa. La salida está llena de triatletas, son fáciles de reconocer porque van a tope de gadgets (gorras, gps, manguitos, muñequeras, espinilleras, cinturones, gafas horrendas y me apuesto la vida a que si les das una patada en los huevos te joden el empeine con su coquilla último modelo que aporta un -0.00019 de resistencia aerodinámica) y además corren en mallas enterizas multicolor, con lo que acaban pareciendo un condón gigante que se ha caído en un bote de pintura. Tú te acojonas en la salida y piensas: no me voy a poner delante de este cyborgs, que me sacan 30 segundos mínimo en ritmo. Pero claro, eso es sin contar el lastre.
El “no viento” da de cara y como siempre, me pego a alguno más grande que yo y voy al límite del afilador. El primer kilómetro en 3:32 me dice que o bien he salido más lento aún de lo que pensaba o que no estoy para estos trotes. Afortunadamente se confirmó la primera teoría. Segundo kilómetro en 3:31 y llega la bifurcación, todo dios para la derecha y los que vamos a llegar a tiempo para la isotónica hacemos un 180º por la izquierda y llegamos a la soledad más absoluta. Esto debe ser como la segunda vuelta del Maratón de Gran Canaria, todo el mundo desaparece y te quedas sólo ante el peligro, eso si, nosotros acabamos antes.
Yo sigo a lo mío y a pesar de no tener a nadie delante cerca, me distraigo con los que vienen de frente. Algunos hasta me saludan y otros incluso me dicen que voy séptimo. A mi estas cosas me dan subidón y si pudiera, incluso apretaría, pero aquí no puedes ir de farol, vas todo el rato all-in. Mucha gente en la calle, la gente anima mucho y además anima bien, incluidos los de la caminata. Lo bueno del ruido es que no puedes escucharte el corazón, una gran ventaja (en este caso).
Adelanto a un juvenil al que animo lo que puedo y ya queda poquito. Paso bajo la meta (aunque aquí no acaba la carrera, hay que dar la vuelta y llegar en sentido contrario) y viene una cuesta abajo, que aprovecho para coger algo de aire a costa de no aumentar el ritmo, para no morir cuesta arriba. Turnaround y zas, la combinación mágica: Cuesta arriba y viento en contra. Las pulsaciones se disparan, pero intento no bajar mucho el ritmo, el GPS marca 3:45 y voy a 189 ppm. ¿Moriré?
Llego a meta pidiendo la hora, paro el crono y oh sorpresa:
17’33”
No es que sea una gran marca, pero quedarme a sólo 16 segundos de mi MMP, me hace replantearme la utilidad de entrenar fuerte… En mi contra puedo decir, que según mi GPS la carrera midió 50 metros menos, que son unos 10 segundos más a estos ritmos. Y que en estas distancias, 30 segundos es un mundo, pero qué carajo, que me quiten lo bailao.
Aqui un video de la salida de todos y la llegada del 5000. ¡Gracias Pancho, no lo habría encontrado en la vida! (se me ve a partir del minuto 2:50)
Lo mejor de la carrera: Mucha gente en el circuito, al menos en la recta de meta de donde no nos alejamos los cincomileros. Hacer la carrera en la avenida principal es siempre un aliciente. Guardarropa y puestos de masaje muy correctos.
Lo peor de la carrera: Dos baños para casi 1000 personas se quedan muy cortos. Casi 20 minutos de retraso en la salida. Y la falta de avituallamiento para los corredores de la media y el 10000 (sin agua en varios momentos de la carrera y sin isotónica ni nada sólido al final)
En resumen, un buen test pasado con éxito, mucho mejor de lo esperado y buenas espectativas para seguir corriendo, que a día de hoy sigue siendo el principal objetivo.
Resultados de las diferentes carreras: 5000 – 10548 – Media Maratón