Maestro Pedro se despierta temprano, es domingo pero le da igual, ventajas de la jubilación dice. Pone la tele y como está harto de política le da al 7, que en su tele significa la autonómica. Se hace su café con leche y mientras se enfría baja a comprar pan. Cuando llega escucha una sintonía y a un presentador y comentarista hablar de celebración, competición, actividades…
-¡Coño! ¿Hay furbol tan temprano hoy?
Mientras se unta la mantequilla en el pan para luego mojarlo en el café con leche, las imágenes muestran planos cerrados de gente dando saltitos y carreritas cortas mientras la conversación fluye entre records, cifras mastodónticas e incluso actos solidarios, hasta tienen a una periodista entrevistando a gente en la línea de salida. De las cuatro partes del pan cortado longitudinalmente, ya sólo le quedan dos cuando se da la salida.
-¡ños chiquita locura, pues sí que hay gente ay (ahí)!
A los cinco minutos vuelve a coger el mando y se da otro paseo por los seis canales de rigor, pero decide quedarse en eso del Gran Canaria Maratón porque es algo canario y hay que apoyar lo nuestro y de paso se da un paseíto por la ciudad sin moverse del salón. Además, no siempre se puede ver algo que no sea futbol o folclore en la autonómica. Maestro Pedro se queda medio traspuesto y se despierta hacia el final de la emisión, la gente entra en la meta con caras de cansancio y alegría. A Mastropedro le extraña que muchos de los finishers no parezcan estar muy en forma, incluso muchos padres entran con sus hijos y hasta hay gente en silla de ruedas ¡qué barbaridad! La emisión acaba y Maestro Pedro hace otra vez zapping, como sólo hablan de política o marujeo y Maestro Pedro está bastante harto de ambas cosas, decide bajar a darse un paseo y así digerir mejor el desayuno. Mastropedro se encuentra con sus amigos de jugar al dominó y entre todos comentan lo bien bonito que se veía todo en esa carrera y que bien que se destine dinero a eso en lugar de que lo roben los de siempre.
Entre tanto, los corredores están sin agua en el kilómetro 26 de 42 y los voluntarios se gastan dinero de su bolsillo en comprar agua, por que les da vergüenza ajena no tener nada que darle a los pobres corredores. Para más inri, esto YA pasó el año pasado. No puedo añadir nada a lo que ya han escrito otros y lo han hecho mejor que yo:
Reflexiones de Gonzalo (sosakurunner)
Crónica de Alejandro (pordondecorrer)
Crónica de Fran (superandoretos)
Crónica de Antonio (kmscontraelviento)
Crónica de Sergio (corriendoportenerife)
Tomás Soria (tomypeckrunhouston)
Las motos (sin comentarios…)
La carrera está siempre por encima de todos nosotros, pero permitidme hacer una deshonrosa excepción:
Estos si que molan (Foto de Enrique Lang-Lenton)
Hay que decir que lo que si mejoró este año fuimos nosotros. La reunión pre-carrera del domingo fue la más multitudinaria que yo recuerde. De hecho este año doblamos y también nos vimos el sábado, donde aproveché personalmente para desvirtualizar al gran Tomás Soria (grande en todos los sentidos)
¿Qué mirarán todos?
Probablemente esto:
Entre los tres no llegamos a uno bueno
Despertador a las 6:00 (la carrera empieza a las 8:40) desayuno, ducha y al tajo. Llego con mucho tiempo y me encuentro a Gonzalo y Pancho, la veteranía es un grado y estar con tiempo de sobra quita tensión en momentos de nervios. Me sorprende la cantidad de gente que hay en la plaza de la fuente luminosa, en ese momento no tengo ni idea que hacen ahí, después del video que he puesto arriba, me doy cuenta que son del club motociclista “whatevertheywantstocallit” y que su misión es pasarse el domingo dando vueltas al circuito de la carrera en lugar de ir al monte.
Visitamos el guardarropa, que es un parking que está cerrado al público con problemas por obras, pero que no importa meter 6000 tíos ahí. Somos de los primeros en llegar y todo va rápido y fluido. Suena a coña, pero a las 8 de la mañana en Las Palmas de Gran Canaria con camiseta de tirantes hace frio. Mejor sentirse los pezones un rato que dar la nota e ir con leggins y manga larga toda la carrera en el paraíso sub-tropical.
Hay que calentar, voy al baño y… cerrado. Todos los baños químicos cerrados con bridas. Quedan 20 minutos para salir y los baños están cerrados, gracias a otros corredores nos apañamos para romper las bridas con unas llaves y podemos soltar lastre. Calentamos y al cajón. Chupamos cámara en el cajón de los pros y nos colocamos en la salida. Otra vez tres o cuatro en primera línea que no bajarían de 40 minutos (ni de 45). Igual no lo saben, pero el cajón es para el ritmo que eres o crees ser capaz de mantener ese día, no hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana.
Disparo del que tiene el twitter en modo “exclusivo” y todos a correr. El objetivo era hacer los 7 primeros kilómetros a 3’40” y a partir de ahí desatar toda la furia contenida o meter la cabeza bajo tierra tipo avestruz de dibujos animados. Como siempre el primer kilómetro sale algo más rápido (sobre 3’25”) personalmente prefiero quemarme un poco en los dos primeros kilómetros y coger un buen grupo con el que taparme toda la carrera a clavar el ritmo y comerme todo el aire yo solo.
Atentos al amigo del UAVA. Foto de Antonio José Rodríguez García
Hasta la avenida Mesa y López (kilómetro 3) voy adelantando a los sprinters que se han equivocado de especialidad, giro de 180º (chapuzas) y el ritmo medio ya marca 3’40”. Paso las calles Presidente Alvear y Luis Antúnez con un triatleta majete que me hace el trabajo sucio.
¡Gracias compañero!
A la altura del Gobierno de Canarias veo el ritmo medio en 3’42” y el actual con picos a 3’55” aquello no me gusta nada y aprieto un poco. A estas alturas de carrera (kilómetro 5) iba bastante fresco, pero sabía que quedaba la subida de la calle Travieso y de la Catedral. Yo sigo a lo mío y cambio de “liebre” un par de veces en León y Castillo.
Foto de Zaplayeras.com
Algún día tendremos una Gran Maratón en esta ciudad y podremos correr esta calle de principio a fin, 4 kilómetros llanos y rectos no se pueden desperdiciar de esta manera. Llegamos a Triana primero y al tramo más duro del recorrido después, paso sendas rampitas mucho mejor de lo que esperaba, mala señal, es tarde para estar fresco.
A partir de aquí aprieto los dientes pero reservando un cambio de ritmo más para el final, aquí adelanto algunos cadáveres que se arrastran por Triana (ole por ellos, el que no arriesga nunca gana) y paso a la primera de las féminas. El último kilómetro lo hago a 3:05 de media, síntoma evidente de que he vagueado bastante en la carrera.
Ojito a la distancia que le llevaba al amigo del UAVA a 60 metros de la meta
Y una carrera así, sólo puede terminar de esta manera: ¡esprintando!
Y mirad lo que me sacó en sólo 60 metros, sin palabras.
Tremendo final el que se marcó el amigo Nauzet, nada mas cruzar la línea de meta se dio la vuelta y nos saludamos a 200 pulsaciones (al menos yo, igual el estaba a 150…) lo mejor de la carrera. Si yo hice el último kilómetro cercano a los 3 minutos, seguro que él bajó de 2’55”, ¡que crack!
Los datos crudos de la carrera acaban con 36’37”, 34º de la general y 13º de la categoría Senior. A 26 segundos de la marca hecha en la Night Run y a 46″ de mi MMP. Tanto en la LPA Night Run como en esta carrera estaba para hacer mejor tiempo, en la Night Run me perjudicó el ir sólo los últimos 6 kilómetros y en ésta no tenía la motivación ni el entreno como para exigirme lo necesario, pero me estoy acercando y estoy siendo capaz de entrenar de manera sostenida sin lesionarme. Se acabó este mini-stage para los 10k, ¡Bienvenido sean los 21!
blabla