El día amaneció bastante oscuro, aunque supongo que es lo normal a las 6:00 de la mañana. Suena la alarma y directos a la cocina. Pongo a hervir la bebida de soja para hacerme el porridge, hoy mejor poco cargado, no sea que luego le dé por querer salir a destiempo. Tazón pequeño, tostada con nutella y unos frutos secos, suficiente. Ducha anti-pereza, vestirse, coger las cosas y carril. Iba un poco más cargado que de costumbre, llevé la cámara de fotos, una muda completa (incluidas otras zapatillas) y algo de comida y bebida. Tenía que aparcar temprano si no quería tener que correr (je) luego para ir a buscar o dejar la cámara.
Llegando desde Telde a las 6:30 ya estaban cortados todos los accesos desde la autovía a la zona centro en sentido norte. Di la vuelta en el centro comercial el muelle y me arriesgue a llegar a la zona de la Fuente Luminosa, que afortunadamente aún no habían cerrado. Tuve muchísima suerte y conseguí aparcar cerca (aún no eran las 7:00). Los luminosos de la autovía decían: Modere su velocidad, hoy domingo MARATÓN. Yo automáticamente pensé en Gonzalo, luego intenté hacer una foto a uno de ellos, pero fue demasiado tarde y ya habían cambiado el mensaje.
Con la cámara a cuestas, el dorsal en la mochila y el chándal puesto me acerqué a la salida, aún vacía y me encontré con tres turistas: dos inglesas y una alemana. Una de ellas había cambiado su fecha de vacaciones para hacerla coincidir con el Maratón (la media en su caso) y todas estaban perdidas buscando el guardarropa. Yo tampoco sabía dónde estaba, y a los dos primeros que pregunté, además de ser extranjeros, tampoco sabían dónde estaba. Como aquello tampoco es que sea enorme, alguien atinó a decirnos y yo ya parecía un guía turístico en el centro insular de deportes. Justo ahí me encontré con Pancho, que a su vez ya había visto a Gonzalo en la puerta del Chaplin, así que me despedí del harén (con perdón) deseando suerte a todas.
De camino al Chaplin me encontré con un conocido que corre como una vez a la semana y le sobran como 10 kgs (siendo generoso) y el tío iba a estrenarse en la distancia, que digo en la distancia, el tío iba a estrenarse en su primera carrera con dorsal y cómo no, en la maratón. Todos locos.
El ambiente bloguero (sólo hay una palabra que odie más que bloguero y es… ¡Internauta!) fue genial, con algo de nervios pre-carrera que se disiparon rápido. La aparición de Robaina fue espectacular (llegó gritando: ¡hay miedo eh!) y el único punto gris fue habernos quedado sin saludar a Iván que llegó justo de tiempo. Que una sola carrera tenga tantas historias diferentes para cada uno de los que la corren, es algo que a mí me parece magia. Todo el mundo hace su carrera, a su modo, y cada uno la disfruta de una manera personal, con su objetivo propio, con su sufrimiento…
Estuvimos riendo, charlando y tirando unas fotillas durante un rato, hubiera estado genial comentar la carrera de cada uno al acabar, pero entre tanta gente, con pruebas de diferente duración y con cosas que hacer, se hace casi imposible. Por mi parte un placer conoceros a todos ¡espero repetir en cada carrera local!
De izquierda a derecha: Quique, Gonzalo, Pancho, Carmelo, José Breischt con su padre, Fran y Jose Osvaldo. Abajo Manuel Robaina, Pepe con un amigo y los dos últimos creo que eran familia Asturiana de Robaina.
Preaviso a corredores, dejo la cámara en el coche, me cambio, me unto de radio-salil la pantorrilla izquierda y tomo el último trago de agua. ¡Al turrón!
Voy al cajón que <<me toca>> (y que acabó quedándome grande, pero eso vendrá más adelante) y caliento por ahí, esquivando
autoridades, vips, cámaras, etc. Saludo a los conocidos y me encuentro con Iván, que llegó justo de tiempo y fue directo al cajón. Aquello se llena de gente enseguida, a cinco minutos de salir voy al baño químico a descargar la vejiga (había bastantes baños y no había casi cola, un diez en esto a la organización). El resto del tiempo en la salida lo paso buscando caras conocidas entre los que me rodean, para ver si encuentro a alguien al que seguir. Ya he perdido a Iván y a su grupo y no encuentro a nadie que me suene. Desgraciadamente mientras busco, veo a un tío que está meando ahí, en medio de la salida, rodeado de gente y haciendo como si calentara, WTF! A esas alturas ya habían “abierto” los cajones y estábamos mas apretados que los tornillos de un submarino, increíble.
¡Pum!
Al ataqueeerrl. Salimos escopetaos, primeros kilómetros a 3:50, pero caen como si nada, voy fresco como una rosa, intento que no me supere el subidón de la salida, no apretar más e intento mantener. El grupo se va estirando y ya me empieza a adelantar gente más rápida que yo. Yo sigo a lo mío, chupando rueda a grupetos y quedándome más o menos tiempo según me interese el ritmo. Voy todo el rato detrás de la segunda femenina de la prueba. Damos la vuelta en el muelle y tomo contacto visual con la “serpiente multicolor” del resto del grupo.
En ese punto hablo un rato con un gallego, que tiene pensado hacer sobre 1h21′ y me dice de intentar ir juntos. Por supuesto le contesto que si y vamos un rato juntos. A los cinco minutos le hago un relevo y se queda, no lo vuelvo a ver. Así son las relaciones de los corredores, cortas pero intensas.
Aquí llego a la altura de Aroa Merino (O no sé si llega ella a mi altura, la verdad es que no lo recuerdo, ni esto ni otras muchas cosas, así no hay quien analice una maldita carrera) y la “acompaño” durante las canteras y parte de Guanarteme. Sigo yendo bien, tirando a sobrado, regulando para no morir al final. Ando un poco mosca porque o no he visto o no hay tantos puntos kilométricos como esperaba. Cuando veo uno, siempre es de la segunda vuelta del maratón, y no puedo tomar referencias muy claras.
En la Avenida Mesa y López me adelanta la bici con el globo de 4:00 minutos/km ¿Cómooorl? Le pregunto si seguro que va bien y me dice que sí, que va con GPS y que va clavado. Mierda, si voy a cuatro justos esto no va bien, a estas alturas estamos ya en el 14 ó 15 y no tengo tiempo de reacción. Aquí empezamos a doblar corredores del 10 kilómetros. Acelero lo que puedo, Triana, Vegueta y Meta. Fiasco. 1h25’05” oficiales.
Obviamente llego cansado de los últimos kilómetros, pero a los 5 minutos me siento más fresco que unas pascuas. Tengo la sensación de haberme distraído y se me ha pasado la carrera en un abrir y cerrar de ojos (de párpados más bien). Ahora mismo, intento repasar la carrera completa y no soy capaz, no recuero haber pasado por la plaza de España, ni por la catedral, ni por muchos sitios por donde se que tuve que pasar. Es increíble (léase en todo Bisbal), pero debí estar haciendo tantos cálculos mentales que se me olvido correr.
Acabar de esta manera te da sensaciones agridulces. Mi mejor (y única) marca era 1h25’11” y he hecho 1h25’05”, seis segundos menos. Seis segundos menos en una carrera de 21 kilómetros no es nada. Y es aún menos si tenemos en cuenta los factores de ésta (llegaba mucho mejor entrenado, casi un año más de experiencia, circuito llano, buen tiempo) y de aquella carrera (la anterior tenía una subida durísima, hacía mucho calor, era la primera media maratón, sólo llevaba corriendo un año…)
Después de unos minutos de aire, bebida isotónica (aún quedaba) y unos plátanos entro al centro insular a meter las piernas en las piscinas de agua fría durante unos 15 minutillos. Al pasar a la zona de los fisioterapeutas a recibir el masaje, hasta la chica que me trató me caló rápidamente:
Fisio: ¿Ya está llegando la gente de la media?
Aarón: Si, hará unos 20 minutos que llegó el primero
Fisio: ¿Tú has corrido la media?
Aarón: Si, llegué hace 5 minutos
Fisio: ¿no estás muy fresco para haberla corrido?
Aarón: Ç)$%!$(($%=(“·$%&!”=!!!!
En resumen, a cagar con salir a regular. Eso está bien en el maratón, que son ya palabras mayores, aquí hay que ir a morir del 5 al 15 y luego esperar que la inercia y la santísima trinidad te acerque a meta. No hay forma de recuperar tiempo cuando ya te das cuenta de que vas lento.
A día de hoy, se rumorea en el mundillo que presuntamente metieron la pata en cierto sitio con ciertos conos, ciertas personas y al final el circuito tenía unos 400 metros de más. Esto cuadra con el hecho de que a todos los que llevaban GPS de los que conozco les diera esos 400 metros aproximados por encima. Si jugamos a atletismo-ficción habría hecho 1’40” menos, lo que daría una marca esotérica de: 1h23’25” que siendo también un fiasco (muy lejos del posible 1:22 que quería y a años luz del 1:19 que soñaba) es algo más decente y acorde a la mejora de la forma física y circuito con respecto a la anterior medio maratón que corrí.
Lo que falta de tiempo con respecto al objetivo, es por haber sufrido poco.
Lo mejor de esta carrera:
La gente en general, la cantidad de inscritos, el público, los ánimos…
El éxito de participación, la cantidad de extranjeros y de gente del resto de España que ha venido exclusivamente a correr, aún habiéndose anunciado hace solo tres meses, demuestra que es un incentivo interesante para el sustento de nuestro sector primario
La organización (descontando el error del kilometraje) estuvo en el resto perfecta. Muy bien las entradas a los cajones, los baños químicos, puntuales, etc.
El recorrido me parece muy acertado, quizá un poco largo el tramo de León y castillo, pero se sobrelleva bien porque hay bastante gente (¡qué voy a decir yo, si me dormí en los laureles!)
El post carrera en el centro insular, con duchas, piscinas de agua helada para las piernas, fisioterapia, te ayudaban y enseñaban a estirar (no miro a nadie)
La cerveza de trigo sin Alcohol al acabar OMG! Gracias Erdinger, a cagar con el Aquarius (con perdón)
La <<quedada>> pre-carrera, conocer a la gente que leemos casi a diario y contarnos batallitas no tiene precio.
Lo peor:
La falta de puntos kilométricos de referencia, o si los había, su poca visibilidad. Me iba guiando por los pitidos del GPS de la peñita, apenas vi cuatro o cinco de los 21. Vi muchos más de la segunda vuelta del maratón. No vi ni el 5 ni el 15, que son claves.
Si se confirma, el error en la medición es imperdonable, te deja un regusto amargo y no vale decir que es una carrera popular, porque además, fue campeonato de España de Maratón de veteranos.
El giro de 180 grados en Vegueta sobra, igual no cuadra otra cosa para acertar la distancia (tendría guasa, si) pero habría que buscar una vuelta a una manzana o algo diferente a un 180º tan cerrado
Venegas se ha quedado pequeña.
PD: Una de las chicas extranjeras que conocí a primera hora, quedó tercera en la media maratón con 1h30’04”. Well done Ulrike!!! we hope see you here next year!
PD2: Aqui otra foto del grupito donde salgo yo, y que me ha mandado Gonzalo (¡Muchas gracias!)