Tag Archive for lesion

Septiembre

Septiembre es un mes como cualquier otro, o quizá no.

Para los estudiantes suele ser un mes odioso, significa el final de su verano y el inicio del año lectivo, justo lo contrario de lo que piensan sus padres. Aumenta el tráfico en la ciudad, las playas empiezan a vaciarse, vienen las mareas del Pino, la subida a Teror, la fiesta del charco… A mí siempre me ha parecido que septiembre es el mes ideal para tomarse unas vacaciones, poca gente, buen tiempo, mejores precios que agosto… Luego recordé que era autónomo.

Si septiembre es el mes de la vuelta al cole, el de este año se ha convertido para mí en el mes de volver a correr. Dos meses era el tiempo previsto sin correr en éste último paro forzado y aunque se cumplieron a mitad de agosto, decidí alargarlo otros quince días, porsiaca…

En lo que a correr se refiere, el primer objetivo de estos meses fue no subir de peso aunque no por rendimiento ni por estética. La idea de empezar a entrenar poco a poco y sin forzar tras una fractura de estrés es incompatible con hacerlo con más peso que antes. Lo más ligero que he estado corriendo es sobre 68-69 kilos y ahora estoy en 71. Justo antes del parón pesaba 72, así que…

 

Otro objetivo fue fortalecerme muscularmente. Mucha carrera, los kilómetros y algo de dieta me dejaron más flojo de la cuenta. Fortalecer pantorrillas (gemelos, sóleos, tibiales y peroneos) era primordial para esta lesión. Algunas horas de gimnasio más tarde, parece que todo sigue en su sitio.

 

 

El tercer objetivo era no perder demasiado fondo así que bici estática y simulador de escalones me han acompañado estos dos meses. El hacer ejercicio aeróbico sin que te de el aire te hace sudar más de lo normal y además, en mi caso particular me aburre enormemente. Es tedioso aguantar más de 30 minutos pedaleando o en la elíptica, y lo es con música, con TV o incluso de charla con amiguetes. En acumulado habré visto unas 12 veces el España – USA de baloncesto en Teledeporte (y las que nos quedan). Otra cosa de dificultad suprema, es subirme las pulsaciones en esos ejercicios. Cuando uno corre, a poco que apriete los machos se pone fácil a 160-170 pulsaciones y con cierta capacidad de mantener esa zona cardíaca. En la bici o sucedáneos me resultaba imposible hacerlo, luego salieron sesiones de 25-35 minutos a 140-150 pulsaciones medias en mi verano particular. Imposible mejorar fondo de esta manera y complicado no perderlo, pero sirvió a su propósito de no dejar al corazón dormirse durante el parón y quemar alguna caloría. Se ve que eso de no tener a nadie en frente al que adelantar hace difícil aguantar el ritmo vivo.

Llegó septiembre y tenía que empezar a correr. También tenía que hacerlo de forma ligeramente diferente, ya que si no, con toda probabilidad, me volvería a fastidiar la tibia. Total, que hace unos días he estrenado zapatillas y ayer estrené plantillas ortopédicas que me han hecho a medida, según un estudio biomecánico. Los detalles los dejo, por que dan para otro post.

Confieso que me planteé no escribir nada más sobre mi lesión, no quería que ésto acabara pareciéndose al blog del pié de Fabián Roncero (sin acritud) o que me llamárais el pupas a partir de ahora. Pero pudo la vena solidaria, ya sabéis, por si ayuda a alguien que esté en situación parecida (o termina de hundirlo).

Dos semanas, seis salidas a correr. Empezando el primer día con sólo 15 minutos suaves y llegando hasta los 30 minutos, a razón de 5 minutos más cada día. Ayer me probé yendo un poco más rápido y me sentí de nuevo corredor, aunque de esto me di cuenta cuando al llegar a casa estaba más preocupado por los flatos y las ampollas de novato, que por la pierna, que por ahora no rechista… ¡Y que se mantenga así!

Pues si, septiembre puede ser un mes como cualquier otro, aunque espero poder recordarlo con una sonrisa en la cara dentro de unos meses.

Escozor

Pues sí, así es como tengo el culo últimamente. No es un bonito juego de palabras para referirme a los recortes del gobierno, ni me ha entrado ninguna alergia veraniega, es algo totalmente físico. Tras un mes de descanso absoluto, las últimas dos semanas he empezado a darle al noble arte del gimnasio, donde uno cambia el sudor del correr al sol y con brisa marina, por la mezcla de olores de perfume barato y sudor de hace tiempo. Este empezar en la vida activa (tampoco me estoy refiriendo a mi situación laboral) me ha traído añoradas sensaciones, como esa que perdemos rápidamente al dejar de correr, escuchar tu propio corazón, incluso sin querer.

Al escozor, si. No me ha pasado nada grave en el gimnasio, alguna agujeta que otra y tampoco he sufrido ningún ataque en los vestuarios. La cosa es que entre las pesas y los sillines, tengo el culo y las palmas de las manos como para hacerme un estudio… Del National Geographic. Me planifiqué un mini-calendario de entrenamiento, que he tenido que ir ajustando a ojímetro según el estado de mis posaderas. Uno ya no puede hacer bici cuando quiere. La elíptica prefiero dejarla para dentro de unas semanas, admito que no me gusta nada ese simulador de correr para nenas, pero es un paso intermedio más que necesario. Espero volver a correr antes de que la hipertrofia acabe con mis manos y, sobretodo, ya sabeis.

¿Qué se hace con un blog llamado hablandodecorrer.com cuando no corres? Podría hablar de cómo, cuánto y dónde corren los demás, pero para eso mejor que lo hagan ellos (¡y tan bien que lo hacen!)

He tenido mis impulsos claro, desde planificar la pre-temporada con sus ciclos y todo hasta borraros a todos de mis FEEDS para que no me deis envidia sana in corpore no sano. Así es uno. También me he perdido la subida a la montaña de Arucas (que es una de mis carreras favoritas aunque no sé muy bien por qué, quizá los recuerdos de las cronoescaladas de Le Tour hace mil años) y me perderé la de Teror, en la que el año pasado subí haciendo la goma todo el rato y acabé pidiendo la hora donde los Donuts. Me apetecía hacerla con el GPS…

Y además veo correr por todas partes, un día me voy a matar por la avenida marítima mientras conduzco mirando por el rabillo del ojo a los corredores, pero se ve que se me va pasando, ya abro el Internet Explorer (sí, soy de explorer, qué pasa) y casi termino de teclear wiggle punto algo, todo un logro a estas alturas.

Entre una tirada larga de domingo o verte la trilogía del murciélago de Nolan no hay color, pero en este caso lo primero, desgraciadamente, no era una opción. Guardadme sitio en Arkham, allá voy.

No-Go

Si pilotas un avión, antes del despegue (o incluso durante el mismo) tienes dos tipos de fallos posibles: Los go y los no-go. De los cientos de sensores y de los miles de kilómetros de cable que hay, algunos no son sistemas críticos y puedes pilotar el cacharro con seguridad hasta el destino. Con otros, no puedes salir.

Pues mi caso es el segundo, se confirma la fractura de estrés, que aunque lleva ya un tiempo ahí, el haber sentido algo de dolor estos días indica que no está sana y que es mejor parar que empeorar.

DOS MESES (OMFG) de secano, de paro, de subirme por las paredes… Castigado hasta septiembre, cual estudiante para reválida. Y lo peor es que la inscripción de la “Médicos del Mundo” quedará ahí, de recuerdo de lo que pudo ser y no fue… Menos mal que era benéfica, me haré a la idea de que me he inscrito en la fila cero.

Pero si, tenéis razón, lo miraré por el lado positivo… seguiré haciendo fotos (cabrones)

Fractura de estrés

Ayer tocó recoger la gammagrafía y hacer eso tan español de mirarla al trasluz como si supiéramos interpretarla. La gamma no tiene mucha historia, te inyectan un trazador (marcado con isótopos radioactivos, Tecnecio 99m) vía intravenosa que se adhiere al hueso y luego una máquina capta al trazador y obtiene la fotografía.

Pues la fotografía es esta:

En el ordenador que monitorizaba la señal en tiempo real, se veía mil veces mejor que esto, pero mil veces y no exagero. Igual es lo normal o será que estoy “deformao” profesionalmente, pero si una máquina de éstas genera una imagen digital ¿por qué darle salida en el típico soporte físico tipo-radiografía? No entiendo nada.

Esta mañana me he dado cuenta, de que en la bolsita de plástico de la gamma, también había un sobrecito de la doctora especialista en medicina nuclear, del cual extraigo el resumen literal:

“Periostitis tibial bilateral. Periostitis de tercio medio de peroné izquierdo. Fractura de estrés en tercio distal de tibia derecha”

Más o menos confirma lo que suponíamos, aunque lo del peroné es nuevo. Ahora falta que lo vea mi médico y le haga la temida pregunta del: ¿y ahora qué?

Ayer fui al parque romano a hacer un rodaje rapidito, 5km en progresión (empezando a 5:10 y acabando a 3:58) y 2km de enfriamiento. Y como novedad, tuve un ligerísimo dolor por primera vez desde que he vuelto a correr. Grrrrrr.

Evolución

Comprobar la evolución (real) de mi lesión es mi objetivo preferente éstos días. Mientras el resto de la humanidad atlética está ya diseñando la temporada, marcándose objetivos o planteándose entrenamientos futuros, yo solo velo por mi pierna. Para ello tengo que hacerme una gammagrafía, toma ya. En ausencia de seguro médico privado y si pretendo que no amputen la pierna para cuando me den cita, con ese nombre seguro que muy barata no me sale… El concepto es pincharte un isótopo radiactivo que se adhiere al hueso y luego le sacan una fotito (aquí lo explican mejor, aunque para otros menesteres).

Como dicen al otro lado del charco (por la parte de arriba) stay tunned, por supuesto veréis la foto de mis intimidades.

¿Estoy entrenando? Bueno, estoy corriendo que no es poco. Hoy mismo (bueno, a estas horas ya fue ayer) hice 10 km (Salinetas – La Garita – Salinetas) a ritmo muy suave, por aquello de seguir con la rutina. La cosa (creo) va bien, corro casi sin dolor, y al tacto ya no “hierve”. Maldito stress.

Lo peor del asunto, es que si mañana me hicieran la prueba y todo saliera positivo… ¿Luego qué?. Vale estoy curado, tengo unas ganas increíbles de marcarme unas series de 400m a 1:15′ pero… ¿Para qué? Estoy en una forma mediocre y las próximas carreras están ya aquí. Y después llega el vacío.

¿Por qué no hay carreras en verano? Debe ser un complot para que los corredores populares veamos las olimpiadas o algo por el estilo… Supongo que me dedicaré a acumular kilómetros suaves, hacer mucho gimnasio, mucha cuesta y poca serie. Ganar un par de kilos de musculete para luego perderlos afinando la forma.

La verdad es que no me veo entrenando TRES meses enteros para nada en particular, quizá lo agradezca mi recién estrenado hándicap o mi patética vida social ¡pero yo quiero correr!

Y no me habléis de la montaña, que si me lesiono en llano y liso imaginaos con piedras.

Este blog utiliza cookies para alguna de sus funciones. Haciendo click en el botón "continuar" hará desaparecer este mensaje. La información contenida en las cookies se utiliza para mejorar la navegación, recordando sus preferencias en esta página web.