Archive for resultados

Aprendiendo de los errores

Casi una semana después del fiasco en la Gran Canaria Maratón, llega la hora de analizar el asunto, identificar los errores, programar su resolución e ir a por el siguiente objetivo. Lo primero a analizar es lo fácilmente medible, y en una carrera, lo medible son los tiempos. Aunque en la web de la carrera y en la propia federación han subido las clasificaciones generales, en la del cronometrador del evento (Top Time) tenemos disponibles los parciales.

– Los hechos –

Tiempo oficial: 1:25’05”

Tiempo real (descontando el tiempo desde el disparo al paso por meta): 1:24:59

Puesto General: 67

Puesto Masculino: 66

Puestos de diferencia con Paulino Rivero: 1590

Puesto por categorías: 31 (Senior)

Promedio de 4’02” minutos por kilómetro

– Tiempos –

Kilómetro 5: 0h 19’22”

Kilómetro 10: 0h 39’31”

Kilómetro 15: 0h 59’58”

Kilómetro 20: 1h 20’45”

Media Maratón:  1h 25’05”

 Con estos tiempos, podemos dividir la carrera básicamente en cuatro cinco miles más el kilómetro con 97 metros final.

– Parciales –

1º 5000: 19’22”

2º 5000: 20’09”

(10000 en 39’31”)

3º 5000: 20’27”

4º 5000: 20’47”

(10000 en 41’14”)

1097m: 4’20”

– Ritmos por parcial –

Ritmo del parcial 1: 3’52”

Ritmo del parcial 2: 4’02”

Ritmo del parcial 3: 4’05”

Ritmo del parcial 4: 4’09”

Ritmo del 1097: 3:57

Los datos nos dicen que es una carrera de más a menos, aunque con una diferencia suave. Las máximas diferencias están en el primer y último 5000. Con un kilómetro final lógicamente un poco más rápido que el resto. Vamos a comparar los datos con las sensaciones:

– Parciales y sensaciones –

1º 5000: 19’22”: Salgo rápido pero sin desmadrarme, al paso por el 5000 veo que voy  holgado por debajo de 4 min/km y voy bien pero bajo un pelo el ritmo “porsiaca”

2º 5000: 20’09”: Paso por el 10000 también por debajo de 4 min/km voy a mantener este ritmo y ya apretamos en el último 5000, sigo yendo bien.

3º 5000: 20’27”: En el km 14 me pasa la bici de los 4 m/km. Hago cálculos mentales y no me cuadra, he aflojado demasiado. Miro el crono y me desoriento un poco. Decido apretar, sigo sintiéndome bien.

4º 5000: 20’47”: Éste punto no recuerdo pasarlo, sigo acelerando progresivamente hasta el final

1097m: 4’20” Final: Cara de panoli.

Las sensaciones en carrera, son de haber hecho un primer y último cuarto de carrera rápido, y el segundo y tercero más tranquilos (excesivamente), sin embargo los tiempos no dicen eso. Es extraño porque apreté mucho en el último cuarto de carrera e iba fresco como una lechuga. Además es el peor 5000 de los tres, con bastante diferencia.

Distinto es si aceptamos el error (según todos los GPS de los corredores de la prueba) de 400 metros, entonces tendría un cuarto parcial 1’30” mejor, que lo dejaría en 19’17” aproximados. Esto cuadraría milimétricamente con las sensaciones y además reafirmaría la sospecha de que el error fundamental de mi carrera fue “dormirme en los laureles” en el tercer 5000, habiéndome dejado unos 30″-40″ entre el segundo y el tercer 5000.

A nivel táctico, fui pendiente de no salir demasiado rápido y de no vaciarme al final. En lo primero acerté, en lo segundo me pasé de precavido. No hubo momento “que hago yo aquí” típico de cuando estamos al límite de nuestras fuerzas y que si he tenido en prácticamente todas las carreras, especialmente en las que he mejorado la marca con respecto al año anterior. Lo que también confirma, que si no hay sufrimiento en la carrera, tampoco hay sabor a victoria en la llegada.

Tengo que dedicar tiempo a mis llagas y rozaduras. Aunque no molestó como para culparlas de algo, no se te puede abrir una  en todas las competiciones. Además, ésta vez fue en un sitio nuevo y las zapatillas ya las había usado en otras carreras. Las rozaduras del pantalón fueron muy leves, ya tengo el pantalón adecuado. Es curioso como los dos pantalones más caros que tengo (un Mizuno y un Nike) son los que más rozaduras me producen en la parte interior de los muslos y el más barato de todos (marca Xero, comprado en burbujita) es el que mejor me va. Por su parte, la del pié aún la tengo demasiado fresca como para poder salir a trotar un rato ¡y ya tengo ganas!

P.D: Siento el nuevo cambio de diseño, pero éste tiene pinta de llegar para quedarse. El anterior me parecía un poco triste y monocromático. ¡Se aceptan sugerencias!

Soy un manta

A falta de inspiración, fuerzas, ganas o lo que sea para escribir la crónica, quiero dejar constancia de lo MANTA que soy. El día perfecto, ni frio ni calor, bien desayunado, con tiempo, sin problemas estomacales, bien hidratado, sin sed en toda la carrera, ni flatos ni cosas por el estilo. El gemelo perfecto, ni lo noté. Por primera vez en un mes corrí sin molestias, solo una ampolla que empezó a salir por el km 7 más o menos, pero nada grave. Y aún así hice 1h25’05”.

Así en frio, puedo decir que es mejor marca personal… por 6 míseros segundos. Después de casi un año de mi primera (y última) media maratón, quitarle 6 segundos al crono es una mie… porquería, más aún si tenemos en cuenta que en las últimas carreras me había quitado 5 en la marca del 10000 y casi 3′ en la del 5000 y que la otra media maratón fue la de la Fundación puertos de Las Palmas que el recorrido es de todo menos propicio para hacer marca.

Lo peor es quedarme con la sensación de que he regulado demasiado. Terminar una carrera de este tipo sintiendo “se me ha hecho corta” es síntoma inequívoco de que me he dado un paseo rápido por la ciudad.

En fin, ¡otra vez será!

Mañana subo las fotos del grupo y una crónica en “condiciones”

Resultados II Carrera de Navidad PuertoSport

Ya han salido los resultados oficiales de la II Carrera de Navidad PuertoSport.

Puesto 23º con 35’52”, casualmente el mismo puesto que tuve en la media maratón de la Fundación de Puertos de Las Palmas (La primera y única hasta el momento que he hecho). El amigo Iván hizo el puesto 40º con un tiempazo de 37’54” (Después de varias carreras con tiempazos, va siendo hora de empezar a creer que es mérito tuyo y no flor de un día) y el 9º de su categoria (vaya manera de estrenarse en M35, con un TOP-TEN). Enrique se quedó a 9″ de estar por debajo de los 50′ (En el próximo 10000 seguro que se queda en 45′).

El sábado y domingo estuve de descanso absoluto, el lunes intenté salir a correr y fue imposible, las agujetas y las ampollas no me dejaban, asi que volví a casa sin remordimiento ninguno. El martes ya pude trotar unos 8 kms en el parque romano y hoy pretendo hacer un fartlek ligerito, después de la paliza que me ha metido el fisio en los gemelos (que desperdicio, con lo agustito que estoy). A todo esto estoy un pelín resfriado, si me pongo de esta manera después de un simple 10000… ¡qué pasará el día que haga un maratón!.

Última competición previa a la media maratón del 22 de enero, las dos próximas semanas son claves, tengo que aprovechar para cargar un poco y meter sesiones de gimnasio como sea, tengo que intentar pillar tono muscular para no morir en los últimos kilómetros.

Crónica de la II Carrera de Navidad de PuertoSport

Después de una mañana algo ajetreada, bastante trabajo y tráfico navideño, pude comer a la hora prevista (las 15:00). Quizá hubiera sido mejor comer un poco antes y poder meter un poco de alimento a las 17:00, pero tengo malas experiencias comiendo a menos de tres horas de la carrera. Y tampoco nos engañemos, un 10000 no es un maratón donde cada gramo de comida cuenta. La tarde la tenia despejada, así que quise llegar con tiempo, poner el dorsal con calma (¿Por qué siempre queda torcido?) hidratarme e ir al baño las veces que hiciera falta. No quiero engañar a nadie, pero he estudiado a fondo el circuito que la organización ha dado y sigo sin entenderlo. Hasta hoy siempre creí tener buena visión espacial pero va siendo hora de revisarse las virtudes. Al llegar a las instalaciones de PuertoSport veo mucha menos gente que el año pasado, aún queda tiempo, pero todo indica que habrá menos gente. El hecho de tener la salida y la llegada en sitios diferentes, aunque cercanos, hace que la gente se disperse y da la sensación de que no hay ni dios, pero al menos los corredores iban llegando.

Son las 18:30, queda media hora para la salida y hay que ponerse a calentar. Como he ido sólo, busco el sitio para dejar la mochila con la ropa seca y las llaves del coche y… no hay. Amablemente un chico de la organización accede a poner mi mochila a buen recaudo (en la carpa que luego distribuirá las camisetas y el avituallamiento). Los últimos 50 metros (más o menos) de la llegada se harán en un campo de futbol de césped artificial y la gente lo aprovecha para calentar en blando. Yo, que no entiendo nada, salgo a la calle a pisar el asfalto, que es por donde vamos a correr los 9950 metros restantes. En el trote del calentamiento me encuentro con el compañero Iván del blog disfrutar corriendo y hablamos un rato sobre todo un poco, objetivos, las últimas carreras, tiempos, marcas… vamos, que nos quitamos los nervios del dorsal con lo que podemos.

Llaman a los corredores, allá vamos. Unas rectas progresivas son el tramo final del calentamiento. Nos avisan de ocupar puestos, pero quedan 5 minutos, algo raro pasa ¿pero… esto qué es? (a lo Matías Prats) Ah vale, era para la foto. Sale todo el mundo otra vez a calentar, yo aprovecho y me hago un 100 liso hasta al baño con descarga y vuelta incluida, ya no me muevo de la línea. Aquí están los de siempre, los que deben (los que van a hacer top 10), los que lo intentan (Top 20) y luego esos que les gusta que la gente le pase por encima, que digo yo, que necesidad tendrán de ello. En fin, resoplo, mano al crono y ¡pum!

Salimos como dios manda, los globeretes como yo (el 90%) muy por encima de nuestras posibilidades y los que saben de esto (el 10% restante) bastante por debajo de las suyas. Pero qué más da, igual suena la flauta y resulta que el ATP de tus piernas ha mutado y hoy te va a durar 40 minutos. Pues no.

Yo voy buscando liebre a la que seguir, uno es nuevo en esto, pero ya sabe quién va a morir en breve y quien te puede llevar hasta darte el hachazo en el kilómetro X. No sé si es que me siento muy bien, si es que es cuesta abajo o si la cabeza se lo está tomando con calma, pero me veo demasiado cerca y eso no me gusta. Vamos acomodando el ritmo, sigo a Iván que va suelto y está como un toro, ya se van formando gruppetos. Desde mi punto de vista, creo que va el maillot amarillo con cuatro o cinco y el que va delante nuestro con unos ocho o nueve. Nos pasan tres o cuatro corredores, de los que han empezado suave y les cojo el rebufo, al más puro estilo rata. Aquí es donde Perico Delgado dice que ir chupando rueda es muy beneficioso… si lo sabes hacer y está claro que ese no es mi caso. Siempre me pasa que sigo a un grupito, no consigo enlazar (o no quiero fundirme enlazando) pero luego les mantengo la distancia todo el rato y nunca sé si debería haber ido a por ellos y luego mantener, o seguir a mi ritmo y dejarme de historias… En fin, mi ignorancia es muy atrevida.

Los kilómetros avanzan, pero como buen informático del pleistoceno sólo puedo hacer cálculos mentales según mi crono. No quiero caer en tentaciones llamadas GPS, podómetros o cualquier otra cosa del estilo. Al acercarme a la línea de salida (después de la cual se hace un giro de 180º, ya tengo referencias visuales de lo que me sacan los de delante y a cuanto tengo a los de detrás. Ahora bien ¿Para qué quiero esa información? Si pudiera ir más rápido ya lo estaría haciendo, que uno va a por marca personal y no a por ningún puesto. Me cruzo con Roberto Dámaso, que debe ser el tío con mejor humor sobre el asfalto en plena carrera que jamás conocerá nadie (también lo tiene fuera de la carrera, que conste) me anima y hago lo mismo, o más bien lo intento porque creo que no me he oído ni yo. A estas alturas ya vamos por mitad de la carrera.

Una vuelta más y suena el precioso “tilín tilín” de la campana al grito de: “última vuelta”. No tendría mayor trascendencia si no fuera porque el término “vuelta” en un circuito que tiene forma de U, donde se sale de el borde derecho se gira 180º en el borde izquierdo, y la meta está en la base, no tiene mucho sentido.

Aquí empieza mi periplo de las últimas carreras, al llegar a las tres cuartas partes del recorrido, me entran unas ganas tremendas (pero tremendas) de ir al W.C. y no para hacer pipí precisamente. Lo llevo realmente mal y se me pasa por la cabeza tirar la toalla. Afortunadamente, sé que me durará unos tres minutos y se me pasará (como finalmente acabó pasando) pero tengo que acabar con este problema.

Quedan unos tres kilómetros, a unos 100 metros delante tengo a un grupo de unos cinco corredores, y el último parece que va haciendo la goma. Por detrás… ya tengo bastante con mirar pa’lante. Me lo pongo por objetivo y tras un nuevo giro de 180º voy a por él. Lo doy todo, me vacío y me voy a acercando. Voy a fondo, no doy más de respiración. Poco a poco me acerco, pero no voy a llegar, cuando el grupo de delante pasa por el puesto de la campana ¡NO SE DESVÍAN A META! y no, no se han equivocado.

Dios mío, queda la otra mitad de la maldita U y mi respiración está en máximos históricos, como la prima de riesgo. Pensábamos que ya tocaba desviarse y se ve que no… Pasar por delante de la entrada a meta y darte cuenta que queda más de un kilómetro, no tiene precio, ni perdón. Creo que no soy el único afectado por el efecto “circuito en U” y el grupo de delante lo encuentro cada vez más cerca. Llego al giro de 180º del extremo izquierdo de la U y hago un “all-in”.

El tramo que queda es en bajada y ahora sí que hay que morir. Las piernas a molinillo, bajada suave en curva de izquierda, luego una recta de unos 300 metros y 90º a la izquierda para entrar al estadio. Hago el sprint de mi vida y supero justo en la línea de meta al último corredor del grupo que iba justo delante mío. Iba con tanta inercia que me como a varios de los corredores que ya habían llegado y estaban parados (lo siento chicos). Paro el crono en ese momento en 35’51” oficiosos. Son 4’38” menos que en la carrera del año pasado y 1’36” mejor que la marca hecha en la carrera de 7 Palmas (hace un mes y medio) y mi nueva marca personal. Estoy tan reventado que ni me paro a disfrutar. Voy a por agua y a tomar un poco de aire fuera de la multitud, eso sí, animando y saludando a la peñita que iba llegando. Saludo a varios amiguetes en la llegada, me encuentro con Iván que… bueno, ya lo contará él mismo. Aprovechamos para hacer la vuelta a la calma en el campo de fútbol y acabamos hablando con unos amigos que tienen pinta de engancharse a esto pronto.

La organización ha estado bastante bien en líneas generales, hemos salido en hora, hemos tenido masajitos post-carrera (gracias a todos) y salvo la “pequeña” pega del circuito, todo ha ido sobre ruedas (quizá un guardarropa hubiera sido el colofón). Pero se agradece que se apueste por carreras de este tipo, ya van dos ediciones y que sigan muchas más.

Acabo muy satisfecho, más por las sensaciones que por la marca. Tenía serias dudas de mi estado de forma despues de éstas semanas de entrenamiento muy irregulares y con las piernas como piedras. Este miércoles me regalo una visita al fisio a que me machaque mis patitas. Hell yeah!

Este blog utiliza cookies para alguna de sus funciones. Haciendo click en el botón "continuar" hará desaparecer este mensaje. La información contenida en las cookies se utiliza para mejorar la navegación, recordando sus preferencias en esta página web.