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4000 casos de éxito

Queda apenas una semana para que se dé el pistoletazo de salida a la segunda edición de la LPA Night Run. Esta carrera vio la luz hace menos de un año y nadie puede negar que a día de hoy es ya la carrera que más gente arrastra en el panorama canario. Hay otras (en realidad, solo una) con más dorsales asignados (que no vendidos) pero ninguna mueve la cantidad de personas que mueve la LPA Night Run.

La cifra de 4000 corredores puede parecer mucha o poca dependiendo de cómo se mire, pero de lo que no hay duda, es de que todos tenemos un amigo, familiar o somos nosotros mismos los que estamos deseando cruzar su meta. Como conté en la crónica del año pasado, después de llegar y recuperar el aliento me fui a la recta de meta a ver entrar a amigos y conocidos y pese al titánico esfuerzo que supone para todos completar los 10 o 21 kilómetros de su recorrido (especialmente el año pasado con todo ese tramo final de viento en contra) en mi vida había visto tal cantidad de gente emocionada. Nunca había visto tantos abrazos, besos, llantos y gritos de ánimo como en ese momento ¡y eso que aún faltaban una veintena de metros para cruzar la meta! La portada de hoy del Canarias 7 refleja al ambiente que se vive en la ciudad en el entorno del Parque Romano, aunque en este caso el análisis del periódico siga en su línea editorial habitual.

Portada del C7. Foto de Arcadio

Portada del C7. Foto de Arcadio Suarez

No son 4000 participantes, ni siquiera son 4000 corredores o deportistas, son 4000 personas. Personas que se han machacado todo lo que han podido pese a las interminables jornadas de trabajo, las cargas familiares, las lesiones y enfermedades y sobretodo se han enfrentado a la terrible pereza y los malos hábitos. Sinceramente me reconcilia con la humanidad llegar al parque y verlo lleno de gente a todas horas, cada uno en su mundo pero todos haciendo lo mismo, sobrevivir de la mejor manera posible. Seremos 4000 personas saliendo del intercambiador de Santa Catalina y cada una llevará una historia, un reto, una ilusión y un montón de sacrificio hasta la meta.

Si algo diferencia a esta carrera de todas las demás es la capacidad que ha tenido de convencer y de atraer al público menos habitual del mundo de las carreras y digo más, al público menos asiduo al deporte en general. No es infrecuente conocer gente que de no haber hecho deporte en su vida ha pasado a correr de vez en cuando (tras la transición de alternar caminar y correr) por la ilusión que le hace ponerse en la línea de salida y acabar esta carrera. Yo mismo conozco a más de una decena entre familiares, amigos y compañeros de trabajo que se estrenan este año, todos con la misma ilusión y cada uno con su trayectoria individual.

cartelpequeno

A diferencia de otras carreras, hay que recordar que la LPA Night Run es una carrera de un promotor privado, que como cualquier otra empresa trabaja para obtener un beneficio. A día de hoy y sin haberse celebrado la prueba, la cantidad de valor añadido que ya ha ofrecido esta carrera supera por mucho la de cualquier otra del panorama local e incluso buena parte del nacional. Jornadas técnicas, entrenamientos guiados en grupos de varios niveles, charlas formativas, donaciones a la cruz roja y sorteos varios con los patrocinadores aportan valor más allá del tiempo transcurrido entre el pistoletazo de salida y la llegada a meta.

Además de esto hay muchísimos detalles de mimo al corredor y de mejora con respecto al año pasado (incluyendo aquí la gran presencia en redes sociales) la justificación de tiempo para los cajones de salida, la excelente guía/manual del corredor, el periodo para cambiar modalidad y propietario del dorsal o las entrevistas e implicación en los eventos de los deportistas destacados de la edición anterior (Patricia Díaz, Ana Toral, Rubén Palomeque, Saúl Castro) son pequeños avances que como mínimo demuestran un claro intento de superación.

salida

Poner el foco en el corredor y no en la foto es la clave del éxito, no hay que ser un lumbreras para saber esto. Hay quienes piensan que el corredor es esa élite que ocupa las diez primeras filas o el primer tercio en la salida de una carrera, y hasta que no se den cuenta que corredores somos todos, especialmente los dos tercios restantes, no habrán despertado del letargo que a día de hoy sigue habiendo en las cabezas (no)pensantes de muchas carreras.

Y lo último y no por ello lo menos importante… objetivo: 1h19’59” para la media maratón (3’47” min/km de media)

¡Nos vemos el sábado!

 

PD: Dejo los enlaces de las previas con más información y opinion que han escrito los amigos Pancho y Claudio Matos

La electroestimulación para corredores (parte 2)

Esta es la segunda parte de la entrada que escribí hace unos días sobre la electroestimulación. En ese primer artículo hablaba de la electroestimulación como técnica y de lo que se puede y no se puede esperar de ella. En esta segunda parte quiero centrarme más sobre el uso de un electroestimulador específico y de como usarlo como complemento del entrenamiento de fondo (5k – 10k – 21k – 42k). En este caso me decidí por la marca Compex y el modelo Wireless y para las comparaciones con modelos cableados he usado un Compex Runner.

El mercado

Lo primero que llama la atención cuando uno echa un ojo al mercado de los electroestimuladores son los precios y la inmensa gama de modelos. No hay que ser un experto en marketing para darse cuenta de que la marca que manda en esto es Compex y que la táctica es clara: inundar el mercado de modelos de diferentes gamas (cada uno con su target) y precios y anular a la competencia. Normalmente esta táctica es transparente para el consumidor pero en mi opinión (probablemente errónea, pero es la que a mí me afectó a la hora de comprar el mío) tantos modelos “diferentes” confunden al consumidor, que ante el miedo a equivocarse de compra opta por no comprar en absoluto. Este problema se maximiza cuando te das cuenta de que la única diferencia entre modelos de compex es el software (quitando el wireless, que no lleva cables). Todos los aparatos, cables, electrodos, la potencia del mismo, batería… son iguales, solo cambia ligeramente el diseño externo de la unidad principal, como para que no se note mucho.

No a escala. El wireless es el físicamente más pequeño de todos

La diferencia la marca el modelo Wireless (el que pruebo hoy) que aparte de ser el único inalámbrico de la gama (que acaba de ser renovada y que no parece que aclare mucho las compras) se diferencia de los demás en que los programas de electroestimulación pueden ser instalados/desinstalados a tu antojo vía web.

El electroestimulador

Por norma general, en la caja del electroestimulador te encontrarás la unidad principal, su batería, los cables de los electrodos/parches (uno por canal y cada canal con su polo positivo y negativo, siendo lo más normal que los electroestimuladores vengan con cuatro canales) bolsitas de electrodos/parches, el cargador, la guía rápida y una bolsa de transporte. Compex además te trae una guía con las zonas de colocación de parches más comunes (pero no únicas):

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Guía de colocación de parches. El punto rojo indica el electrodo positivo de cada cable

El modelo Wireless, además del cable USB para sincronizar con la página web (vale cualquiera USB-A a micro-USB) trae la base de carga. En los modelos con cable sólo tienes que preocuparte de cargar la unidad principal, mientras que en el modelo Wireless, además de la unidad principal, hay que cargar los cuatro módulos de estimulación (que recordemos son dobles, con su polo positivo en un extremo y negativo en el otro) y que entre si están unidos por un pequeño cable, que puede enrollarse alrededor de uno de los módulos.

compexwireless

La base de carga es bastante grande, robusta y pesada, con lo que si te quieres llevar el electroestimulador de viaje, mejor será que no te vayas más de tres o cuatro días o tendrás que arrastrar con la base de carga. No hay posibilidad de cargar los módulos de otra manera, aunque la unidad principal si se puede cargar con el cable USB de sincronización.

Software

A nivel técnico, en mi opinión, la unidad principal en este electroestimulador sobra. Los módulos de estimulación son los encargados de generar los impulsos y la unidad principal no deja de ser un simple trasmisor de señal con una pequeña memoria para guardar los programas, nada que esté fuera del alcance de cualquier teléfono móvil/Tablet de hoy en día si la señal de los módulos fuera del tipo bluetooth ó WIFI. Usar los módulos con una APP evitaría la necesidad de sincronizar los programas y la interacción con la web de Compex sería total, además siempre podrían vender la unidad por separado a quien no dispusiera de un Smartphone. Es curioso que el modelo Wireless (que significa sin cables) necesite un cable para sincronizar programas con la web del fabricante.

pantalla

Volviendo a la realidad, la sincronización de los módulos de estimulación con la unidad principal, la actualización de ésta por internet y la descarga de programas desde la web de Compex funciona a la perfección. Mucho más sencillo e intuitivo que, por ejemplo, la sincronización de un dispositivo Garmin (que últimamente han mejorado mucho, todo hay que decirlo). Al seleccionar un programa de estimulación nos permite elegir los módulos a utilizar (no todos los programas necesitan los cuatro módulos) y la detección de éstos al encenderlos es inmediata. Otra ventaja del modelo Wireless sobre sus inferiores, es la visualización en pantalla de la colocación de los electrodos y unas breves descripciones de los programas, que lamentablemente están muy mal traducidas y no caben en la pantalla (y no hay scroll). Aparte de poder seleccionar un programa cualquiera y ejecutarlo, el Compex Wireless nos ofrece la posibilidad de llevar un diario de entrenamiento desde la web, con sus sesiones planificadas de antemano y el control de las que hemos hecho y las que no.

Doble sesión de supercompensación la semana de la carrera

Doble sesión de supercompensación la semana de la carrera

A parte de los programas sueltos y de poder programar las sesiones en el calendario, la web cuenta con la opción llamada objetivos, la cual añade al calendario las sesiones de entrenamientos específicos para el objetivo seleccionado, en el que hay cosas tan variadas como preparar una maratón, un trail o tratar una lumbalgia. La teoría está muy bien, pero en la práctica es muy difícil compaginar un entrenamiento voluntario ya establecido con las sesiones que Compex propone. Además, en el calendario no se pueden mover las sesiones, con lo que si el programa de “optimizar tirada larga” te lo pone todos los sábados, hay que borrarlos todos uno por uno para luego añadirlo al domingo, también uno por uno. Un engorro.

Algunos objetivos predefinidos en la web de Compex Wireless

Algunos objetivos predefinidos en la web de Compex Wireless

Otro detalle curioso es la poca memoria de almacenamiento de la unidad principal, que sólo permite que tengamos a la vez en el aparato unos 15 programas, con lo que si queremos utilizar otro, hay que conectarlo al PC, eliminar uno de los existentes y añadir el deseado. Sin embargo, la memoria del calendario es independiente, con lo que si colocamos programas que no tenemos en la lista de “Mis programas” en el calendario, podemos añadir más. Una cosa muy rara.

Uso del electroestimulador

Para lo que nos preocupa como corredores, un electroestimulador se usa prácticamente con tres objetivos bien definidos y diferenciados:

  1. Entrenamiento (mejorar la capacidad de nuestros músculos ante ciertos esfuerzos)
  2. Recuperación (acelerar la recuperación después de un entrenamiento)
  3. Tratamiento (ayudar con ciertos problemas, lesiones y dolores músculo-tendinosos)

Es importante hacer esta diferenciación para usar correctamente la electroestimulación, ya que el comportamiento y el rendimiento que obtengamos con el aparato dependerá del (buen o mal) uso que hagamos de él. Como norma general, cualquier principio básico del entrenamiento voluntario vale para el entrenamiento con esta tecnología. Si a nadie se le ocurre entrenar dos veces piernas en el gimnasio el mismo día, a nadie se le debería ocurrir hacerse dos entrenamientos de “fuerza-resistencia” (por poner un ejemplo) con el electroestimulador en el mismo grupo muscular.

Lista de programas más utilizados y su descripción

Lista de programas más utilizados y su descripción

Entrenamiento

Elegir el programa, nivel, intensidad y número de días a la semana para entrenar con nuestro electroestimulación es tan complicado como calcular los kilómetros semanales exactos a entrenar de manera voluntaria o el porcentaje de éstos que hacemos a ritmo de competición. Obviamente programas como hipertrofia o tonificación sobran en nuestros entrenamientos y para hacernos una mejor idea de en qué grupos musculares y que tipo de programas usar, nos podemos guiar por lo siguiente:

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Relación de programas y grupos musculares en importancia según modalidad deportiva. Extraído del libro de Ángel Basas García (link al final del artículo)

Una vez tenemos claros los programas a usar y en qué grupos musculares, el siguiente punto es saber el nivel del programa (sólo los programas principales como Resistencia aeróbica, Fuerza resistencia, Fuerza máxima, etc. tienen nivel 1, 2 ó 3) y la intensidad.

El nivel cambia parámetros específicos de la corriente del electroestimulador, para estimular más y mejor los músculos ya perfectamente adaptados al nivel anterior, con lo que empezar directamente por el nivel 3 sin haber pasado por el 2 y previamente el 1 no tiene sentido.

La intensidad es clave en la efectividad de la electroestimulación, especialmente en músculos como el sóleo que al no tener fácil acceso (es un músculo que está bajo los gemelos) sólo llegaremos a él con una electroestimulación profunda, o dicho de otro modo, muy fuerte. Un programa típico de entrenamiento dura unos 56 minutos, incluidos 10 de calentamiento y otros 10 de vuelta a la calma. Durante los 36 minutos restantes conviene ir aumentando poco a poco la intensidad durante el programa, de manera que podamos hacer 25-30 minutos al máximo tolerable.

Tabla de equivalencias, Compex, miliamperios

Tabla de equivalencia de intensidades entre Compex modernos y otras marcas

Masajes y tratamientos

Si en los programas de entrenamiento hay que subir la intensidad lo máximo tolerable para aprovechar todos los beneficios de la electroestimulación, en los programas de masaje o tratamiento de lesiones, hay que evitar cualquier sensación de molestia o dolor. Usando como ejemplo el programa descontracturante, hay que subir la intensidad hasta sentir fuertes sacudidas musculares, siempre y cuando la sensación sea agradable y nada molesta. Si hay molestias probablemente haya tensión muscular, que es precisamente lo que queremos evitar con este programa. En los programas tipo TENS, hay que ajustar la intensidad hasta sentir un ligero hormigueo, si el músculo se contrae hay que disminuirla.

Este tipo de sesiones se pueden hacer varias veces al día, inclusive de manera consecutiva. Aunque sobra decir que no todos los cuerpos reaccionan igual y hay quienes se sienten saturados o no toleran bien estar más de 40-50 minutos recibiendo electroestimulación. La electroestimulación de cualquier tipo puede afectar al sueño, así que antes de usarlo por la noche comprueba primero tu grado de tolerancia.

ciclista

Periodicidad

Probablemente la parte más complicada y prácticamente imposible de contestar de manera generalista. Entendiendo el entrenamiento de electroestimulación como entrenamiento de fuerza, no conviene sobrepasar nuestros límites por la novedad, en las primeras fases. Si eres un corredor de tres días a la semana y no vas al gimnasio, podrás intercalar dos sesiones en los días de descanso. Si entrenas cinco días y además dos de ellos vas al gimnasio (mi caso) intercalar la electroestimulación se complica y habría que pensar en doblar entrenamientos, siendo el doblaje puramente electroestimulado. Recuerda dejar un día a la semana libre de electroestimulación de ningún tipo.

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Electrodos, colocación y conservación

Cuando empezamos a usar el electroestimulador, pasamos mucho tiempo colocándonos los electrodos, no sabemos ni donde colocarlos, ni que tipo de parche poner, ni donde va el polo positivo (rojo) o el negativo. Aquí podéis descargar la guía Compex en PDF de alta resolución con la colocación de electrodos, el tipo de parches y su polaridad. Como norma general, el electrodo negativo va en el origen del músculo (o la parte más cercana accesible al origen del músculo) y con un parche grande, mientras que el electrodo positivo se coloca en el punto motor con un electrodo pequeño. Cuanto más pequeño es el electrodo, mas concentrada y profunda es la electroestimulación, lo cual es bueno para los programas de entrenamiento. Los parches grandes en electrodos positivos se usan de forma genérica en programas de tipo masaje, ya que reparten mejor la electroestimulación dando una sensación mucho más agradable y menos profunda. En los programas TENS, la polaridad es irrelevante.

Como se ve en la imagen de arriba, los electrodos vienen con un plástico para ser pegados cuando no se están usando, con un ingenioso sistema para que los peguemos siempre del mismo lado. Del lado bueno se lee “ON” mientras que del lado malo se lee “NO”. Realmente no hay diferencias entre los lados, pero siempre es más fácil mantener limpio un solo lado que los dos. Algunos pseudo-gurús recomiendan guardarlos en la nevera, otros en el congelador. Yo que los uso a diario no me preocupo, quizá no sea mala idea si vas a estar una temporada sin tocarlos. Como era de esperar, el fabricante recomienda cambiarlos con una periodicidad alarmante, a nivel práctico el sentido común dicta: si “pican” cámbialos, de lo contrario sigue con ellos. El GEL que se vende en las tiendas NO es para los parches, es para el lápiz que se usa para buscar el “punto motor” de nuestros músculos. Si usas el GEL conductor con los parches le estarás acortando la vida útil.

runnerywirelessVentajas del modelo Wireless:

  • El obvio: no tiene cables entre la unidad principal y los electrodos
  • Tiene prácticamente todos los programas de Compex disponibles desde la web
  • El sistema de enganche a los parches está mejor conseguido que en los modelos con cables y romper los conectores al desconectarse es muy difícil con este sistema (encajan de lado en lugar de a presión)

Desventajas del modelo Wireless:

  • Los electrodos ocupan y pesan mucho más que las puntas de los cables, con lo que necesitas que los parches estén en mejor estado.
  • En ciertos grupos musculares es más complicado de usar, como en espalda baja, isquiotibiales, etc. ya que no puedes “sentarte” sobre ellos
  • La base de carga es pesada, enorme y no hace contacto con los electrodos a la primera, hay que estar moviéndolos hasta que se detectan y empieza la carga
  • Movilidad reducida en viajes: o te llevas la base o tienes para 5-6 programas de fuerza y unos 10-12 de masaje
  • Memoria insuficiente para tener más de 15 programas
  • Echo de menos la alarma que te avisa de que debes incrementar la intensidad tras un tiempo usando la misma

En mi opinión y experiencia no merece la pena la diferencia de precio entre ambos modelos, ya que los programas del modelo Runner son más que suficientes. El mercado de segunda mano en estos aparatos es enorme (sacarle partido no es tan sencillo como muchos pensaban) considéralo antes de comprarlo ¡yo lo hice!

Bibliografía:

Estudios científicos:

Elisa Benito: efecto del entrenamiento combinado de pliometría y electroestimulación en salto vertical

Elisa Benito: electroestimulación, aumento de la fuerza medida por el test de Bosco

Ángel Basas García: Metodología de la electroestimulación en el deporte

Joan Rodríguez Barnada: Electroestimulación, entrenamiento y periodización

Dr. Rubén Argemí: Principios fisiológicos y aplicación de la electroestimulación

Piti Pinsach: Lo último en Ejercicio Físico, la electroestimulación, aplicaciones útiles y documentación para expertos

Piti Pinsach: ¿La electroestimulación funciona?

Documentos del fabricante:

Guía de colocación de electrodos Compex

Guía de inicio rápido del Compex Wireless

Manual Compex Wireless

Manual Compex Runner

Enlace a la primera parte de este artículo

La electroestimulación para corredores (parte 1)

Este mes se cumple la bendita cifra de un año corriendo sin lesiones. Una temporada completa en la que he podido planificar y cumplir rigurosamente los entrenamientos que me propuse hace ya un año, con una mejora muy grande tanto en marcas como en sensaciones. La mayor parte de este éxito se debe, sin duda ninguna, a la excelente planificación que Vicente Úbeda hizo de mi temporada atlética, con sus fases, ciclos y objetivos perfectamente definidos desde el inicio.

Si quiero aumentar mi rendimiento en carreras de fondo esta temporada tengo que intentar entrenar un poco más y un poco mejor. Lamentablemente voy bastante al límite de lo que mi cuerpo puede soportar de carga de trabajo, en otras palabras, me es difícil entrenar más de lo que ya lo hago.

Así que para romper este límite (o al menos subir el listón un poco) tengo dos vías de actuación paralelas:

  1. Bajar peso: para disminuir el impacto del entrenamiento en el cuerpo, actualmente en 67 kilos para 1’80
  2. Fortalecer musculatura: para aguantar más impacto del entrenamiento

Grosso modo podríamos decir (que me perdone cualquier purista, teórico o resabido repelente) que si consigo quitarme un 5% del peso corporal y a la vez fortalecer un 5% mi músculo esquelético, podría aumentar mi capacidad de entreno un 10%. Sobra decir que la formula ni es correcta ni pretende serlo, pero sirve para ejemplificar donde tengo el foco en esta temporada. El apartado 1 es bastante sencillo: mejorar mi dieta actual (espero escribir algo al respecto en breve). Para el apartado 2 he incluido en mi entrenamiento lo siguiente: Un segundo día de entrenamiento de fuerza (gimnasio, técnica, pliometría, etc.) y la electroestimulación.

Como en todos los artículos más o menos técnicos que escribo en el blog, recordad que ni son científicamente exactos ni lo pretenden. Yo no soy ni científico ni médico, ni siquiera entrenador o atleta profesional. Sólo soy un corredor popular que decide compartir los conocimientos y experiencias propias, intentando en todo momento buscar las fuentes más fiables e intentando obviar el maldito marketing que muchas veces lo estropea todo.

Mario Pestano, que algo de atletismo sabe...

Mario Pestano, que algo de atletismo sabe…

¿Qué es?

La electroestimulación neuromuscular es una técnica que consiste en aplicar una corriente eléctrica al músculo de manera que éste se contraiga de manera involuntaria. Las primeras aplicaciones de esta técnica datan de la década de los 50, donde se usaba con fines médicos, hasta los años 70 donde empieza a utilizarse en atletas de élite. Que la electroestimulación funciona y es efectiva es un hecho que ningún científico discute, lo que quizá conviene aclarar, es la manera en la que nosotros, los corredores populares podemos sacarle partido.

¿Qué hace?

Cuando queremos mover una pierna, nuestro cerebro manda la orden al sistema nervioso y éste manda el impulso eléctrico al músculo. La electroestimulación manda ese impulso directamente al músculo y según el tipo de corriente emitida por el cacharro (tipo de onda, duración, frecuencia, etc.) la reacción muscular será distinta. Es aquí cuando se abre el abanico de aplicaciones de los electroestimuladores.

Alexandra Louison, triatleta

Alexandra Louison, triatleta (1h 12′ en MM). Usando un programa de recuperación (foto: compex.es)

¿Me será de utilidad como corredor popular?

La mayoría de estudios científicos están orientados al desarrollo de la fuerza, aunque con el paso del tiempo, los estudios sobre otras modalidades deportivas han completado una bibliografía que abarca todo el espectro deportivo. La capacidad de los aparatos de electroestimulación de trabajar sobre las fibras rápidas, mixtas o lentas, los hacen tremendamente versátil: dependiendo de la frecuencia eléctrica emitida, la contracción muscular afectará a uno u otro tipo de fibras. No te preocupes por saber el tipo o rango de frecuencia necesaria, ya que la inmensa mayoría de electroestimuladores vienen con programas predefinidos según el uso que le vayamos a dar (resistencia, fuerza-resistencia, fuerza máxima, etc.)

¿Qué no hace?

No vas a quemar grasa de ninguna manera, da igual el número de veces que te lo intenten vender de esta forma los centros de cuqui-belleza. Otra cosa que no hará nunca la electroestimulación es sustituir ninguno de tus entrenamientos, ya sean rodajes, tiradas, jornadas de gimnasio o ejercicios pliométricos. La electroestimulación es un complemento de tu entrenamiento voluntario. Si para incorporar electroestimulación sacas de la ecuación otros tipos de entrenamientos, estarás restando y no sumando virtudes. Salvo en los programas de recuperación y masaje, la electroestimulación requiere toda tu atención. Olvídate de sentarte frente a la TV mientras tus piernas se ponen como las de Mo Farah.

Nuria Picas recuperándose con su electroestimulador (foto: compex.es)

Nuria Picas recuperándose con su electroestimulador (foto: compex.es)

¿Y por qué no lo hace?

La electroestimulación es tanto más efectiva cuanto mayor será el número de fibras reclutadas. La manera de reclutar más fibras es aumentando la intensidad del programa hasta el límite que seamos capaz de tolerar. A estas intensidades los músculos se contraerán fuertemente y la articulación a la que esté unido hará su trabajo. Por ejemplo, si lo estás usando en los cuádriceps sentado, éstos tiraran de la pantorrilla hacia arriba y deberás hacer fuerza (mucha) para mantenerla en el sitio. Si por el contrario lo trabajas de pié, es muy probable que seas incapaz de vencer la fuerza de tus cuádriceps para sentarte si la contracción te ha pillado con la pierna totalmente estirada. La parte positiva de todo esto, es que el número de fibras reclutadas es mucho mayor del que se consigue con el entrenamiento voluntario. No quemarás grasa porque el aumento de temperatura es moderado y las contracciones afectan a la musculatura. La pérdida de calorías es evidente pero insuficiente para la quema de grasas.

Conozco a gente con electroestimuladores que sólo lo usan para recuperarse de competiciones o entrenos ¿por qué?

Los programas de recuperación son agradables, funcionan muy bien y se pueden hacer sin prestar mucha atención, mientras que para la mejora del rendimiento hay que llegar al umbral del dolor. Usar un electroestimulador sólo para los programas de recuperación y masaje es estar infrautilizando la tecnología. Pero también hay quien va al gimnasio y no hace sentadillas…

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Entonces… ¿Duele?

Duele de la misma forma que duele hacer sentadillas, press de banca o curl de bíceps cuando trabajas en el gimnasio con las cargas adecuadas. La famosa frase No pain, no gain es perfectamente válida aquí. También es cierto que la sensación de contracción del músculo al ser involuntaria se siente extraña al principio. Si lo que te preocupa es morir electrocutado puedes respirar tranquilo.

¿Cómo me ayuda con las lesiones?

De varias maneras diferentes. Te ayuda a prevenirlas fortaleciendo zonas específicas que de otra manera son complicadas de trabajar (tibial anterior, peroneos, flexores de dedos, etc.). Si ya estás lesionado, la electroestimulación acelera la recuperación aumentando el flujo sanguíneo de la zona y llevando más nutrientes. También te permite trabajar muscularmente sin recibir impacto ni aumentar la fatiga corporal (te permite entrenar más con el mismo desgaste) Si tienes problemas tendinosos, los programas descontracturantes ayudarán a descargar la musculatura y con ello que tus tendones liberen tensión. Además de todo esto, tienes los programas TENS.

¿De que va eso del TENS?

Del acrónimo Transcutaneous electrical nerve stimulation, el TENS usa la corriente del electroestimulador para enmascarar dolores agudos y crónicos estimulando el sistema nervioso con cierta combinación de pulso, frecuencia e intensidad. Hay que tener claro que el TENS enmascara el dolor, ni cura, ni trata. No todos los electroestimuladores tienen función TENS, y existen en el mercado unidades exclusivamente con TENS. A nivel de uso, el TENS se siente como un ligero hormigueo en lugar de una contracción o bombeo.

Atleta en recuperación usando dos electroestimuladores simultáneamente

Atleta en recuperación usando dos electroestimuladores simultáneamente

¿Vale cualquier aparato o solo los profesionales ultra-caros funcionan?

La diferencia entre aparatos profesionales y domésticos suele estar en el tamaño del aparato y el nivel de control de los programas. Mientras que en uno doméstico se trabaja con programas predeterminados para un tipo de fibra o un modo de recuperación, los profesionales son totalmente configurables en parámetros que los no-expertos no sabríamos manejar (tipos de onda, frecuencias, pulsos, duración, etc.). Los aparatos domésticos vienen con dos o cuatro electrodos, lo que nos limita a entrenar prácticamente un grupo muscular por sesión (por ejemplo, cuádriceps vasto externo e interno de ambas piernas) mientras que los profesionales carecen de este límite pudiendo ejercitar muchas más partes del cuerpo de manera simultánea. Para cualquier uso no-médico un buen electroestimulador doméstico es más que suficiente.

Resumen
  • La electroestimulación es un método eficaz de entrenamiento muscular.
  • Por si sola te servirá de muy poco, es un complemento al entrenamiento voluntario.
  • No te va a hacer correr más ni cansarte menos (no hay mejora cardiovascular), pero si podrás recuperarte antes del esfuerzo y aguantar más impacto en los entrenamientos.
  • El electroestimulador podrá aumentar tu rendimiento, pero siempre será menos importante que el entrenamiento activo, el descanso y la dieta.
  • No va a sustituir tus visitas al fisioterapeuta, pero éste podrá aconsejarte como sacarle más partido a tu electroestimulador.
  • El entrenamiento activo requiere tiempo y atención, olvida la teletienda.
  • No vas a quemar grasa ni a ponerte guapa, pero si puede tonificar tus músculos.
  • Si usas el electroestimulador sólo como “recuperador” después de los entrenamientos, lo estás infrautilizando. Sácale más partido entrenando con el.
Enlace a la segunda parte del artículo, donde pruebo el electroestimulador Compex Wireless
Bibliografía:

La mejor referencia en español sobre la electroestimulación aplicada en deportes la puedes encontrar en este libro: Pio García: Guía imprescindible de la electroestimulación

El área de fisioterapia de la RFEA pide trabajar con electroestimuladores COMPEX

Metodología de la electroestimulación en el deporte

Aumento de la fuerza muscular medida por test Bosco, por Elisa Benito

Principios fisiológicos y aplicación de la electroestimulación por Dr. Rubén Argemí

Que los bloggers no te limiten

Enciendes el ordenador, abres el navegador y de entre todos tus blogs favoritos tienes diez o doce actualizaciones disponibles. Quizá seas más de smartphone y tu app favorita te indica que hay actualizaciones en las fuentes a las que estás suscrito. Sigues y te siguen otros corredores en internet, es la moda del social network, yo te leo/tú me lees, yo te faveo/tú me faveas y así sucesivamente. A lo mejor no eres tan techie y lo que pasa es que tus amigos del trabajo hablan de la estupenda carrera de este fin de semana o quizá de otra que correrán en unos meses. Tu que te sientes alejado de la vida social y que te gusta hacer cosas nuevas, empiezas a leer a los gurús de la interweb. Al principio todo te suena a chino pero al poco ya controlas la jerga y sabes de lo que hablan, ya estás en la pomada.

Sigues saliendo a correr cuando quieres y donde quieres, pero desde hace un tiempo has intentado adaptar esas salidas a lo que dicen los <<expertos>> y tus sencillos <<ir a correr>> han pasado a tener nombres tipo: tirada larga, carrera tempo y algún que otro día hasta intentas hacer unas series.

fuck-yeah

Luego llega la primera carrera popular y socializas la afición, conoces a más corredores y tu facebook, twitter y lista de blogs echa humo y se incrementa de manera exponencial. De repente el correr ocupa otro lugar y tu checklist de metas a cumplir parece incrementarse por segundos. ¿Estás en la onda o más bien te está llevando la marea?

Recapitulemos: empezaste a correr hace n meses, a veces con más ganas y otras con menos y el tranquilo hábito saludable ha pasado a ser un “deber” en tu vida. Quizá el entrenamiento que te falta es el de introspección y no hablo de que te tortures con las idioteces del Coelho o del Bucay, pero quizá si deberías preguntarte si es ese el camino que quieres seguir.

¿Estás de coña?

Are you fucking kidding me?

La tendencia tira de ti, después de tu primera carrera llega la segunda y luego una de montaña porque van tus amigos. Ya que estás en el ajo, parece que hay que preparar una media maratón si no quieres ser el rebelde de la clase. Ahí no quedan las cosas, claro, la graduación culminará cuando te prepares el maratón, que hoy no, pero mañana… De hecho, hay quienes enlazan carrera tras carrera sin entrenar en medio ¿para qué si ya no voy a mejorar y a mi lo que me gusta es ponerme el dorsal? Después de mucho leer y de empaparte con lo que cada gurú del running dicta en sus sentencias, básicamente llegamos a la conclusión de que el corredor popular se autoimpone tres límites:

  1. La distancia: La épica está bien y contar batallitas de lo duro que somos va en nuestro ADN, pero no cometamos el error de asumir como nuestros los objetivos de todos los demás. Correr una carrera de 10 kilómetros no tiene por qué ser la antesala de correr un medio-maratón, y correr ésta no es el previo a correr una Maratón. Aquí no hay distancia reina. Por mucho que alguno te lo repita. El maratón no tiene que ser obligatoriamente el objetivo final de todo corredor. Hacer un <<ultra-trail>> de montaña tampoco.
  2. La edad: ¿mayor de 40 y corriendo carreras de 5 kilómetros? ¡Por supuesto que si! Te encontrarás con mil excusas del tipo: <<A tu edad sólo se mejora el fondo>> o aún peor: <<¿no te da vergüenza correr la carrera de los principiantes?>> Bullshit. Y para muestra un botón: esta semana la inglesa Jo Pavey se ha convertido en la mujer de mayor edad en conseguir medalla de oro en unos campeonatos de europa (lo logró en 10k y además tiene dos hijos).
  3. El combustible: No existe el corredor diesel, da igual lo que te digan y las veces que te lo repitan. Si te gustaría ir más rápido SIEMPRE puedes mejorar y entrenar la velocidad, aunque no tengas las fibras rápidas para ser campeón del mundo de 100 lisos. El que entrena para correr lento corre lento. Depende de ti.

Créeme, se puede usar twitter sin ser un graciosillo en 140 caracteres, se pueden hacer fotos y no aplicar flitros vintage, e incluso se puede correr sin tener que contarlo. Aléjate de las modas y busca tu camino. Si te crees un don nadie por no tener 10 maratones en tu haber o porque las palabras <<ultra-mega-extremo>> te dan repelús, tranquilo, no estás sólo. Y también vale lo contrario. Quizá deportivamente no sea lo más eficiente y puede que incluso ni recomendable, pero si algún reto llama a tu puerta, ve a por el. Detrás de cada blog hay una persona, pero muchas veces también hay un personaje. El blog dice más del corredor que nos gustaría ser que del corredor que realmente somos, así que lo mejor es no hacer(nos) demasiado caso. Si te gusta correr, ¡corre! Si no te gusta hacerlo igual que lo demás… ¡Bienvenido! Es tu vida, córrela como quieras.

PD: Siempre nos quedará el <<te lo dije>>

 

De números y runners

En una conversación entre dos corredores populares, por cada 100 palabras que han salido por sus bocas, también lo han hecho unas veinte o treinta cifras. Desde dentro no nos damos cuenta, pero cuando alguien no intoxicado (del virus runner, se entiende) nos escucha hablar es incapaz de entender no sólo el significado de la mayoría de las cifras, sino la importancia absoluta y relativa de cada una de ellas. Nuestra vida runner empieza y acaba en números, tales como los minutos que puedes correr sin parar, la cantidad de kilómetros que puedes hacer en una hora o el número de maratones que llevas corrido. No todos son igual de importantes y ni siquiera a todos nos afectan los mismos, pero desde que empezamos a correr esos números están con nosotros y vamos evolucionado con ellos de la mano… o de los pies en este caso. Se puede saber qué clase de corredor somos con tan sólo saber qué nivel de importancia le damos a cada cifra.

Hay runners (o mejor dicho, joggers) que pasan años y años machacando los mismos números (corren siempre el mismo tiempo, los mismos kilómetros, a las mismas horas y muchas veces incluso en el mismo sitio) pero si lo tuyo es avanzar y tienes afán de superación quizá esto te suene:

  • El Peso: de los primeros números que un corredor tiene en cuenta y uno de los principales culpables de la afición runner (al menos en sus inicios) es el peso. Correr quema calorías y cuanto más calorías quemas, más sencillo es lograr que tu balance diario de calorías sea negativo. Este número cuanto más bajo, mejor.
  • Tiempo corriendo: Otra de las primeras cifras que guardamos en la memoria son los minutos que podemos correr. Pasar de no poder correr 5 minutos seguidos tras 10 caminando (el famoso CA-CO) a hacer 60 minutos de carrera continua (CC) es un logro mayor que bajar 5 minutos tu MMP (mejor marca personal) Y lo mejor es que se tarda muy poco en conseguir y la motivación se multiplica por 1000.
  • Kilómetros (o vueltas) en determinado tiempo: Si corres en parques o avenidas señalizadas con puntos kilométricos, te dará un subidón de endorfinas el día en que te des cuenta que para un mismo tiempo corriendo, has logrado avanzar más metros (o  has hecho el recorrido de siempre y te han sobrado minutos) Empieza a germinar la semilla de la velocidad
  • Primera MMP: A estas alturas igual ya has corrido o te estás planteando correr tu primera carrera. Quizá los 5 kilómetros de alguna San Silvestre o los 10 kilómetros de la carrera de menor distancia de alguna Maratón o media maratón. La primera vez deberías correr sin ningún tipo de referencia, pero a partir de ahí… bajar de 60 minutos los 10 kilómetros es un momento inolvidable, atacar el 55’ en la siguiente te pondrá las pilas y de ahí hacia abajo…
  • Camisetas finisher (también valen dorsales): Si te sabes el número que tienes en el armario (o trastero) te queda un largo camino por recorrer, pero mirar con una sonrisa en la cara las camisetas de las cinco últimas ediciones de tu carrera favorita te reconforta (y te hace un poco más viejo también)

pistaimaginaria

Quizá seas más de darte mucha caña y ya lleves algo en esto, entonces tus números se parecerán más a…

  • Las semanas de entrenamiento que te quedan para tu próxima carrera.
  • La primera serie de 1000 metros por debajo de 4’ el kilómetro se graba a fuego en la mente. Después de esa llegan más!
  • Tu primer 10000 en menos de 40’ (o la primera carrera con ritmo medio inferior a 4’/km)
  • Esas tiradas largas de 30 Km los domingos por la mañana en ayunas.
  • Esas semanas de 100 Km de entrenamiento acumulado.
  • El tiempo en meta de tu primer maratón… y del último.

Si eres un poco friki del entrenamiento igual también te atormentan…

  • El número de días a la semana que visitas el gimnasio.
  • Las 180 malditas zancadas por minuto.
  • Los kilómetros que llevan recorrido tu último par de zapatillas.
  • Las pulsaciones a las que acabaste el último entrenamiento de series.
  • El número de visitas al fisio que llevas este año.

Personalmente tengo entre ceja y ceja algunas a las que me quiero enfrentar desde hace tiempo y no lo he hecho por una mezcla entre incompatibilidades y miedos.

A cortísimo plazo (el menos complicado):

3000m en menos de 10’

A corto plazo (también asequible dejando los higadillos):

500m en  menos de 1’30”

A medio plazo (difícil pero posible, creo…)

1000m en menos de 3’

A no demasiado largo plazo (diría que entre imposible y muy improbable)

400m en menos de 1’

Como diría Groucho, estos son los números que a mí me atormentan, si no te gustan… ¡tengo otros!

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