Archive for crónicas

Crónica Media Maratón Ciudad de Telde

Que gusto volver a correr, madrugar el fin de semana, no salir la noche anterior, cenar pasta antes de la carrera, ver a los amiguetes sufridores… ¡Ay que nostalgia tenía!

Mi carrera particular empezó bastante antes del día de hoy, desde que me inscribí en la modalidad de 14km hace una semana y decidí “achicarme” este mismo viernes… Que si hacer 14 y hacerlos suaves o hacer 7 rápidos, o quizá hacer 7 suaves y hacer también la carrera del corte inglés… mil dudas, es lo que toca cuando no sabes exactamente “donde estás” como corredorcillo del tres al cuarto.

El sábado voy todo orgulloso a retirar mi primer dorsal desde la Gran Canaria Media Maratón (sin contar la África Vive, que aunque corrí, no disputé, por llamarlo de alguna manera) y no encuentro la carpa de retirada de dorsales. Me hago el moderno y miro en el móvil, la retirada es hasta las 14:00 y claro, son las 18:00…

¡No me lo puedo creer! seré cazurro. Lo peor es que no es la primera vez que me pasa. Mando un correo a la organización y me responden muy rápido que no hay problema, que me lo dan el día de la carrera, pero que vaya temprano. Incluso me llamaron al móvil para comunicármelo, ¡un diez a esta gente!.

Alarma a las siete, desayuno ligero (son sólo 7 kilómetros), kilos y  kilos de vaselina en los pies, mochila con ropa para después y pa’terde. Como resulta que vivo en el municipio, llego en 4 minutos y aparco muy cerquita de la salida, me dan el dorsal y me encuentro con Toñi y Silvia, vaya dos…


Se han aficionado hace poco a las carreras y están enganchadas como las que más… ¡A por todas!

Hay un momento siempre curioso en las carreras, y es el momento imperdibles. Es de esas cosas que te siguen chocando que en 2012 se sigan usando para algo. Yo ya llevo una colección en la mochila, que más de una vez me he visto apurado suplicando por el trocito te metal.

Me acabo el líquido que llevé, hago cola en el guardarropa para dejar las cosas (va un poco lenta, pero se les perdona) hago los deberes en el lavabo y salgo a calentar. Me encuentro con Luisa, Quique, Ale e Iván y ahí que nos vamos al warming up. Iván fue el primer bloguero que conocí, realmente fue el primer “amigo” que hice en una carrera, así que encontrármelo me hace especial  ilusión, charlamos, nos ponemos al día y a la salida.

Y en la salida, lo de siempre: mucha gente delante, que ni siquiera van a salir rápido ¿Para qué se pondrán ahí? con lo desagradable que es recibir empujones, codazos, pisotones y demás muestras de cariño runner. Pistoletazo y a correr ¡hell yeah! zig zags, subidas por la acera, uso de arcenes y más metros laterales que hacia delante para ponerse “en el sitio”. Cojo un grupito bueno el primer kilómetro, José Lobillo, Iván y alguna que otra cara conocida sin nombre (aún). El primer kilómetro pica hacia arriba y es bastante estrecho, lo hacemos en 3:39 y me doy cuenta que ahora que voy con GPS, veo todos los malditos puntos kilométricos (que por cierto, son los mismos del Gran Canaria Maratón, me gusta este rollito solidario)

El grupito, con Jose Lobillo, un brazo de Ivan y el menda. Foto cortesía del Blog de Pancho.

El segundo kilómetro se hace más duro, mucha más subida hasta casi la rotonda de subida a Valsequillo y lo hacemos en 4:00 clavaos. Seguimos en grupo y nos encontramos con una bici-liebre, le pregunto si marca el ritmo de 4 minutos el kilómetro y me dice:

No, soy el que marca el lider de la carrera de siete

¿SAY WHAT? WTF!!!

Iván me mira descojonao y me dice: TIRAAAA

¿y quién soy yo para contradecirlo?

Del subidón de adrenalina (y de que pican para abajo, claro) hago los siguientes dos kilómetros en 3:40 y ya van 4, me queda un simple tres mil, tres vueltas al parque, apenas 11 minutos. GO! GO! GO!

Llego a otro grupito ayudado por los ánimos de la liebre ciclista (muy guapa la bici BH que llevaba el coleguita) y ahí me mantengo hasta casi el final. Pasamos por el tramo bautizado por Pancho como “el socavón” donde se hace un giro de 180º (los odio con toda mi alma) y veo dos cosas:

  1. En el sentido contrario como Iván tiene que pararse a atarse los cordones (¡qué mala suerte!)
  2. Tengo bastante hueco por detrás

Subidón 2.0. En esos momentos estoy como Tom Cruise en el show de Oprah, pensando que todo el mundo está corriendo los 14 y los 21 y yo aquí de rata rapiñando en la de 7. ¡Pero qué carajo! no todo es distancia en esta vida.

Pues si que llevaba hueco, si.

Paso el quinto y sexto kilómetro en 3:58 y 3:44 respectivamente, a 180 pulsaciones. Las pulsaciones denotan el esfuerzo, pero las piernas y la “caja” no se quejan demasiado, de la lesión no tengo tiempo ni de preocuparme. Último kilómetro y aunque voy bien, no puedo ir mucho más rápido y además, tengo la sensación de que estamos muy lejos de la meta. Aguanto los primeros 500 metros y aprieto en los segundos, aunque primero le digo al grupillo que tiro porque voy en la carrera de sólo 7 Km. ZAS, meta.

Con los ánimos de “mi” ciclista y la fuerte cuesta abajo, hago el último kilómetro en 3:28. Cruzo la meta, paro el crono y sigo troteando (Luisa dixit) para no parar muy en seco. Yo lo estoy flipando.

El gran OWNED del siglo viene cuando paso a la entrega de chips y veo a diez hombres como castillos ahí sentados, sudorosos y cansados como perros. ¿y estos de donde han salido?

¿De dónde va a ser Aarón? De delante tuya…

Menos mal que soy persona de pocos aspavientos y no me dio por celebrarlo haciendo posturitas en la llegada, hubiera sido antológico. Al de la bici le mando toda mi gratitud por los ánimos durante toda la carrera, pero mañana vete al oculista tio xD. Ahora, una cosa si tengo que decir: Que bien sienta ganar una carrera, aunque sea sólo durante los pocos segundos que pasan hasta que te das cuenta de que has quedado el once de la general y  el cuarto de tu categoría, que no está mal, pero no es lo mismo.

Me quedé un buen rato en la entrega de premios, que empezó tarde y se hizo un poco larga, pero aún asi el speaker aguantó estoicamente. Para mi fue la carrera de las chicas: Luisa 3ª Senior en la media, Silvia 2ª M35 en los 7Km, Toñi 3ª en M45 en los 7Km tambien. Iván 3º en M35 en la de 14km.

Aqui estamos los medalla de chocolate, dos cuartos puestos. Que LOOSERS!

Como resumen general, me ha parecido una buena carrera. He visto volcadísima a la organización y voluntarios, muchos premios y medallas para todas las categorías, muy rápidos poniendo las clasificaciones y muy bien el avituallamiento post-carrera. En carrera ni idea, porque no lo uso en menos de medio maratón. El circuito me parece divertido, quitando el “socavón” queda majete. No todas las carreras son para hacer marca. Es más, si no salen números cuadrados ¿qué problema hay?

Tenía como objetivo este año volver a correr y como mucho intentar acercarme a 40 minutos en el 10000 de Navidad de PuertoSport, ya que no he rodado por debajo de 4 minutos el kilómetro desde que he vuelto a correr. Pero haciendo 3:45 de media en 7 kilómetros, no parece descabellado bajar de 40, aunque a miles de años luz de los 35’50” del año pasado. En cualquier caso las sensaciones son muy positivas, sobre todo para estar entrenando sólo tres días a la semana y sin hacer series aún.

Clasificación Paco Artiles (7km)

Clasificación Guariragua (14km)

Clasificación Media Maratón (21km)

¡Nos vemos en Siete Palmas!

 

Crónica carrera solidaria síndrome Rett

Domingo, 6:45 de la mañana. Cuando la normalidad en las últimas semanas ha sido acostarme a esa hora (y no por trabajo, precisamente) hoy me estaba levantando. La carrera era a la diez y como era corta, era mejor ir bien desayunado. Hay tiempo, así que desayuno, formula uno y aguanto unos 40 minutos antes de caer en los brazos de Morfeo, aunque me despierto varias veces por ese maldito sol del amanecer que se empeña en meterse por las ventanas (y bajar las persianas da una pereza…)

No estoy inscrito, aunque sé que es una carrera “informal” y no habrá mucho problema. Domingo y despejado en las Canteras, preveo problemas de aparcamiento así que voy con tiempo para aparcar sin pagar y comprar la camiseta. Zas, aparcamiento a 100 metros de la salida, cojonudo. Compro la camiseta-inscripción y me encuentro con el ambientillo carreril que tanto echaba de menos. Me encuentro con una buena representación de la blogosfera local, incluidos Adrián el marchador que conocía de vista, pero no habíamos hablado. Muchas risas y batallitas y la salida se retrasa. Para ser una carrera benéfica, hay equipo de sonido para mutear todas las orejas presentes y los puestos de avituallamiento ocupan más que los corredores ¡y no éramos pocos!

Con Alfredo, Finisher virtual ya de varias medias maratones (en solitario y entrenando sólo fines de semana, toma ya) Hay que certificar la marca, que aunque sea lo de menos, es un bonito recuerdo.

Que si falta un coche de policía o no sé quien por llegar (¿el alcalde?) y aprovechamos para hacer la foto de “familia”. Familia bastante numerosa, sobre todo para un hijo único…

De izquierda a derecha, empezando por arriba: Ana, María… es coña eh?

Tras los 45 minutos de espera (que se me hicieron cortos y con una organización muy atenta siempre manteniéndonos informados) nos dicen que la carrera será neutralizada, todos detrás del coche de policía que va abriendo camino…

WTF primero y Pokerface despues.

Afortunadamente, a los pocos minutos rectifican y solo neutralizan la mitad de la carrera. Yo me alegré la mitad, pero seguro que mis piernas se alegraron el doble. A golpe de acelerón policial empezamos a trotar a lo que nos lleva el señor agente, que no se si a posta o no, el tío fue de menos a más, como si quisiera cuidarnos las articulaciones. Claro que algún que otro frenazo y reprís de coche de empresa también hubo. En el trayecto voy charlando con Adrián mientras marcha, aunque por el rabillo del ojo me voy fijando en las caras y cuerpos de los que van en el pelotón de fusilamiento hacia Macondo. El coche se pone las pilas (es un decir) y el velocímetro se acerca a 4:00 m/km. Ahí vamos Manuel y un servidor perdiendo fuelle por exceso de contracción abdominal (vamos descojonaos) y de los nervios y de la novedad del correr con otros tanto tiempo después (por mi digo, para Manuel es lo habitual).

Luego de jalear a los subiditos jovenzuelos se abre la veda, giramos 180º y el sargento Mahoney nos hace la señal de “vayan pasando, que ahora empieza lo bueno”. El pelotón se estira, la cosa se va acelerando y dejo que tire el pre-adolescente, aprovechando mi clara mayoría de edad para dar el hachazo final. Ir rápido es divertido, pero entre que no controlo las zapatillas blandas éstas y los zig-zags anti-domingueros temo por mi heroica vida un par de veces.

A falta de kilómetro y medio me entra la vena sentimental y le digo al niño que le hago un relevo, que lleva toda la carrera tirando y le quito unos 20 segundos más al crono por minuto. Ya en la puntilla (recta final) le digo que entramos juntos como buenos brothers-in-law y me dice que sí, que sí. El segundo si ni lo escuché de lo lejos que estaba ya el muy cab**n. Me lo tengo merecido por buenazo.

Fotógrafo… ¡hay que estar mas atento eh! Que con esas pintas solo me escriben hombres en el blog.

En lo que a correr se refiere, aunque la pierna está dando un poco la lata, corriendo no molesta y ya no sé si el dolor es de verdad o me lo estoy inventando… Los kilómetros finales en 4:00, 3:45 y 3:30 dejan buen sabor de boca, aunque no sé cuanto tiempo puedo aguantar ese ritmo a estas alturas.

En resumen (seriously) una carrera muy animada. Da gusto ver a la gente volcada organizando algo, mucho para comer y para beber al final de la carrera y 10€ para una causa solidaria. Yo doy el domingo por bueno. Y aunque no gané la carrera me tocó en el sorteo un pack con cuatro pares de calcetines técnicos de Laister, que además ya me he puesto varias veces y son co-jo-nu-dos (y no me refiero a la relación calidad-precio)

Crónica carrera popular África Vive (Media Maratón Fundación Puertos de Las Palmas)

Ésta carrera estaba marcada en rojo, subrayada y pasada varias veces con marcador fluorescente en mi calendario de carreras. Hace justo un año, en su edición pasada (hablando de la Media Maratón, ya que la carrera popular se estrenó este año) me estrené en la medio maratón con ésta carrera, marcando 1h25’11”.

La idea de este año era machacar esa marca, tras el semi-fiasco de la Gran Canaria Medio Maratón, tenía unas ganas tremendas de arañar segundos al crono. En esta ocasión contaba con más entrenamiento, un poco más de experiencia y la ayuda del GPS. Además de todo eso, el circuito era infinitamente mejor que el del año pasado. No sólo han quitado el cuestón que había a los tres cuartos del recorrido, sino que además esta vez se daban dos vueltas a un circuito más pequeño, lo cual (en mi opinión) es ideal para hacer marca, ya que te permite llevar más control, medir los esfuerzos y hacerte un mejor mapa mental de la carrera.

Al final, por culpa de mi pierna, todo quedó en nada y no tuve más remedio que conformarme con hacer la carrera popular en lugar de la media maratón y a ritmo más moderado. Pero no todo eran malas noticias, ni mucho menos.

El olvidarte de tus objetivos deportivos personales te permite centrarte en otras cosas, que son tanto o más importantes que el hecho de restar segundos al crono, como pasar un rato con amigos, disfrutar del deporte, charlar un rato con el resto de corredores y darle un grito de ánimo a tus amigos cuando los ves pasar en sentido contrario.

Ésta vez se unió Teresa y llegamos algo justos a la línea de salida. Lo de no tener muy en cuenta la alimentación e hidratación pre-carrera tiene sus ventajas, ¡puedes dormir más!. Asi que me planté en ayunas, como si fuera un entrenamiento más de fin de semana a ritmo de easy pace. Consigna, Chip, dorsal y a la salida. Iba tan relajado que llegué muy por los pelos y casi se me olvida activar el Garmin y… ¡ponerme las medias!

Otro de los objetivos de esta carrera era servirle a Quique de liebre para su objetivo de bajar de 1h55′ y casi no lo encuentro en la línea de salida por lo tarde que llegué. Nos encontramos justo antes de salir, y con el tiempo exacto para decirme que el ritmo objetivo era de 5:10 en lugar de 5:20, a 1 minuto escaso para la salida, fue la prueba definitiva de manejo del Garmin.

Pistoletazo de salida y casi un minuto de retraso al pasar por el arco de salida, primeros zig-zageos de adelantamiento y marcamos el ritmo. El trío TeresaQuique-Aarón se mantuvo durante toda (casi) la carrera, en ocasiones se convertía en quinteto y nos uníamos a Luisa y a Fran e íbamos “haciendo la goma” según el ritmo de cada uno en cada momento.

De izquierda a derecha: Teresa, Aarón, Quique, Fran y Luisa

Yo no sé si hice de liebre de Quique o fue Quique quien me hizo de liebre a mí. No sé si hubiera aguantado los 11 kilómetros a ese ritmo sin desmelenarme yendo sólo y de lo que estoy seguro, es de que no me lo hubiera pasado tan bien. Los once kilómetros charlando y riéndonos sin parar en agradable compañía ¿Alguien da más?

Teresa, Aarón y Quique

Hablando de correr, poco puedo decir. Fui muy cómodo todo el trayecto, prácticamente sin dolor en la pierna (alguna ligerísima molestia al principio) y con ganas de apretar y darlo todo, pero aún es pronto y hay que esperar. Me pasé la carrera mirando al sentido contrario para ver a los amiguetes pasar y dar ánimos, aunque alguno se me escapó…

La que no se aguantó las ganas fue Teresa. Allá por el kilómetro ocho se me ocurrió decirle que si iba muy sobrada que tirara ella sola, y al terminar la frase ya había desaparecido de nuestra vista, la muy ratilla. Al final hizo quinta en la general y primera de su categoría… si hubiese despegado un poco antes… who knows.

La organización de la carrera estuvo de diez, mucho más ágil todo que el año pasado y eso que había mucha más gente. El circuito más agradable y rápido que el año pasado (y perfectamente medido) y además: ¡este año el arco de meta aguantó hasta el final!

Enhorabuena a todos, corredores, balas, pseudo-caminantes y organización. ¡Muy buena carrera!

Enhorabuena especial a Fran por terminar su primera media maratón sólo cinco meses después de su susto en la Gran Canaria Maratón y a Manuel Robaina por el tiempazo con MMP incluida.

El único punto negativo fué no coincidir con Ivan ni con Álvaro, mea culpa por llegar tan justo a la salida, en cualquier caso, seguro que nos veremos en alguna otra próximamente.

Crónica I Canarias Vertical Run

El pasado jueves en el Hotel Cantur empezaba la entrega de dorsales para la I Canarias Vertical Run. Daban dorsal y la escueta bolsa del corredor con la camiseta técnica del evento, en azul y amarillo, no vaya a ser que nos olvidemos de donde estamos (no me quejo, que me va perfecta con mis Mizuno Musha II) Curiosamente no se entregaba el chip junto con el dorsal. Esa misma tarde hubo charla de los organizadores y de los atletas invitados para explicar un poco la prueba, el recorrido y el mundillo de las carreras verticales (en edificios), pero no me pude quedar, una lástima. También tenían impreso el orden de salida, que iba según dorsal y categoría. Me tocó el 63, que significaba salir a las 19:00 mas ó menos.

Ya el día de la carrera salgo temprano para intentar aparcar por la zona (iluso) y no me queda más remedio que tirar de parking. Aparco y ya hay ambientillo, tienen unas gradas montadas en la plaza del edificio que están bastante concurridas y las típicas carpas de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, etc. Recojo el chip (que va con cinta de velcro, que no me gusta nada) y me voy a la grada, que están mis padres por ahí y todavía queda más de una hora para salir.

A los pocos minutos veo llegar a Manuel Robaina (y familia) y nos lo pasamos como enanos (al menos yo jejej) comentando las chorradillas típicas pre-carrera.

Empiezan a salir las primeras corredoras, un grupo de extranjeras que se lo pasa en grande y suben medio disfrazadas. El speaker empieza fuerte, animando y llamando a corredores, anunciando las categorías y tal, pero al poco, yo al menos dejé de oírlo. Las salidas son un poco extrañas. Es una carrera contrarreloj, donde sale un atleta cada minuto en grupos de cinco. Esto es, en cinco minutos salen cinco corredores y luego hay un parón hasta el siguiente grupo. Los parones entre grupos me parecen exageradamente largos, hay tramos de 10 ó 15 minutos sin que salga nadie y eso lleva a que la grada se vacíe a la media hora de la salida de las primeras chicas. De una de las carpas, cada rato viene un chico a repartir comida a todo el público que por allí pasa.

Se va acercando la hora y Manuel y yo empezamos a hacer aspavientos que simulan un calentamiento. Hace fresco (vamos a no llamarlo frío) se está haciendo de noche y hay un pelín de aire. Aprovecho para ir al baño en el balneario de la Playa de las Canteras y vamos ya a la zona de salida. Manuel sale antes que yo y de los grupos de cinco es raro que salga uno completo, falta mucha gente, así que van adelantando dorsales. Esto es lo malo de poner la hora de salida exacta, si te falla gente no puedes adelantar a otros, pues pueden no haber llegado o no estar preparados etc. Le resta ritmo a la prueba en general, que se hace eterna para los que corremos y para los que van a verla.

Entre los corredores reconozco a tres o cuatro habituales de las carreras de asfalto de por aquí pero poco más, según otros compañeros parece que hay más gente del mundillo de la montaña. Llega el momento de la salida, me siento como un ciclista en la última contrarreloj del Tour, 3, 2, 1, zas.

El primer tramo se hace en la plaza, unos 50 metros en “L” delimitados por vallas, luego un giro a la izquierda y bajada de escaleras al sótano. En este giro resbalé y a punto estuve de caerme, primer susto. Se bajan dos pisos por las escaleras y se sale al garaje. La mezcla del calor allí abajo y la soledad del primer tramo impresiona un poco, afortunadamente está todo bien delimitado con vallas, cintas, conos, etc. Un par de giros subiendo el garaje y entramos en el primer tramo de escaleras. Ya por aquí hay gente de la organización que te ayuda a tomar alguna curva ¡gracias!.

Las escaleras son bastante estrechas, voy a todo lo que doy, de dos en dos y me ayudo del pasamanos. Intento empezar a subir cada tramo con un pie diferente para equilibrar, pero cuando voy pillando el ritmo toca cambiar de caja de escalera. Un pequeño pasillo y otra vez pa’rriba. Mantengo el ritmo y noto como las piernas empiezan a quejarse, cada pocos pisos hay gente de la organización, cruz roja, fotógrafos, cámaras de vídeo… No sé por dónde voy, con la concentración puesta en el sufrimiento y en mirar los escalones no he levantado la cabeza en todo el recorrido. Miro hacia arriba, veo el número 11 y ¡quietooorll! segundo susto.

Levantar la cabeza no ha sido buena idea y me da un mareíto interesante durante unos segundos. Me agarro bien a la barandilla y relajo el ritmo. Aquí está la parte más chunga de todo el recorrido, una vez que tienes que bajar el ritmo, acoplarte a otro es muy complicado. No puedes subir de dos en dos si vas lento y subir de dos en dos caminando no parece buena idea, subir de uno en uno rápido parece la mejor opción pero da la sensación de ir lentísimo. Así que durante tres o cuatro pisos voy buscando el mejor método, pero no lo encuentro. A estas alturas (nunca mejor dicho) ya voy por el piso 16 ó 17, hay que dejarse el alma y subo un piso corriendo de dos en dos y otro caminando rápido de uno en uno. Dos niñas en pijama me saludan un uno de los rellanos. Esto es una media claro, hubo tramos en los que hacia una cosa diferente por escalón, el cacao mental era ya importante.

Justo en el último escalón del último tramo tuve el clásico fallo muscular, ese que te impide completar esa dominada o levantar esa última repetición de tu curl de bíceps. ¡Justo a tiempo! pensé para mis adentros. Al llegar a la cima, saludo a la cámara (¿me estarán viendo el careto abajo en la plaza? Si) y a coger aire. Pese a que la azotea es la clásica no transitable, con gravilla y mil chimeneas de aires acondicionados, han dispuesto una pequeña carpa con sillas para descansar, equipo de emergencias y avituallamiento. Aún cuando el cuerpo sólo pedía sentarse, yo quería caminar para relajar y coger aire, algo difícil en una azotea. Pillé una Coca Cola Zero (¡Ponedla con azúcar por favooorr!) y bajé con este nuevo amigo por donde mismo habíamos subido. 

En la cima no había crono, aunque uno de los organizadores me avisó de que el mejor tiempo hasta el momento era de 2’45”. Mi crono marcó 3’19”. La bajada con el “tembleque” de piernas fue curiosa y ya abajo aproveché para abrigarme. El avituallamiento de abajo muy bien puesto, con Coca-cola, Powerade, Fanta, agua y fruta que hubieran calmado la sed de tres o cuatro veces la cantidad de corredores que allí estábamos.

Los tiempos los iban imprimiendo de vez en cuando en un tablón, que aunque algo concurrido sirvió para verme en el 2º puesto de la categoría senior y el 10º de la general absoluta.

Los resultados completos se pueden consultar aqui.

A destacar en la carrera:

  • La organización muy completa, muy buenos avituallamientos y bastante gente trabajando para que todo saliera bien.
  • La seguridad que daba la prueba, con los puestos de cruz roja y con los técnicos sanitarios cada pocas plantas.
  • Que se implique gente en eventos de este tipo, de por sí, ya es algo remarcable.
  • Pruebas deportivas tan diferentes como estas dan variedad al calendario atlético y anima a más gente a apuntarse en eventos deportivos populares.

Cosillas a mejorar:

  • La consolidación de la prueba (si ocurre, claro) hará que se anuncie con tiempo suficiente para prepararla mejor.
  • Las categorías en una prueba tan corta y tan popular en mi opinión eran demasiadas. Yo lo haría open hasta 35 y luego veteranos, como en cualquier otra carrera atlética. Y luego clasificaciones diferentes para los grupos de bomberos, policías y militares, pero que también cuenten para la open.
  • Mas ritmo en el flujo de salida de participantes, de cara a la gente que ve la prueba, ganaría mucho.

El resumen de la carrera no puede ser mejor, una tarde muy agradable en compañía de Manuel y un evento bastante bien organizado para ser la primera vez que se celebra y para haberse hecho tan rápido (según me comentó alguien, sólo tuvieron un mes y poco para organizarlo todo). ¡Gracias a todos los que la hicieron posible y a repetirla el año que viene!

Las fotos las he pillado de Bichillorunner y de La Provincia

Cronica Gran Canaria Media Maraton 2012

El día amaneció bastante oscuro, aunque supongo que es lo normal a las 6:00 de la mañana. Suena la alarma y directos a la cocina. Pongo a hervir la bebida de soja para hacerme el porridge, hoy mejor poco cargado, no sea que luego le dé por querer salir a destiempo. Tazón pequeño, tostada con nutella y unos frutos secos, suficiente. Ducha anti-pereza, vestirse, coger las cosas y carril. Iba un poco más cargado que de costumbre, llevé la cámara de fotos, una muda completa (incluidas otras zapatillas) y algo de comida y bebida. Tenía que aparcar temprano si no quería tener que correr (je) luego para ir a buscar o dejar la cámara.

Llegando desde Telde a las 6:30 ya estaban cortados todos los accesos desde la autovía a la zona centro en sentido norte. Di la vuelta en el centro comercial el muelle y me arriesgue a llegar a la zona de la Fuente Luminosa, que afortunadamente aún no habían cerrado. Tuve muchísima suerte y conseguí aparcar cerca (aún no eran las 7:00). Los luminosos de la autovía decían: Modere su velocidad, hoy domingo MARATÓN. Yo automáticamente pensé en Gonzalo, luego intenté hacer una foto a uno de ellos, pero fue demasiado tarde y ya habían cambiado el mensaje.

Con la cámara a cuestas, el dorsal en la mochila y el chándal puesto me acerqué a la salida, aún vacía y me encontré con tres turistas: dos inglesas y una alemana. Una de ellas había cambiado su fecha de vacaciones para hacerla coincidir con el Maratón (la media en su caso) y todas estaban perdidas buscando el guardarropa. Yo tampoco sabía dónde estaba, y a los dos primeros que pregunté, además de ser extranjeros, tampoco sabían dónde estaba. Como aquello tampoco es que sea enorme, alguien atinó a decirnos y yo ya parecía un guía turístico en el centro insular de deportes. Justo ahí me encontré con Pancho, que a su vez ya había visto a Gonzalo en la puerta del Chaplin, así que me despedí del harén (con perdón) deseando suerte a todas.

De camino al Chaplin me encontré con un conocido que corre como una vez a la semana y le sobran como 10 kgs (siendo generoso) y el tío iba a estrenarse en la distancia, que digo en la distancia, el tío iba a estrenarse en su primera carrera con dorsal y cómo no, en la maratón. Todos locos.

El ambiente bloguero (sólo hay una palabra que odie más que bloguero y es… ¡Internauta!) fue genial, con algo de nervios pre-carrera que se disiparon rápido. La aparición de Robaina fue espectacular (llegó gritando: ¡hay miedo eh!) y el único punto gris fue habernos quedado sin saludar a Iván que llegó justo de tiempo. Que una sola carrera tenga tantas historias diferentes para cada uno de los que la corren, es algo que a mí me parece magia. Todo el mundo hace su carrera, a su modo, y cada uno la disfruta de una manera personal, con su objetivo propio, con su sufrimiento…

Estuvimos riendo, charlando y tirando unas fotillas durante un rato, hubiera estado genial comentar la carrera de cada uno al acabar, pero entre tanta gente, con pruebas de diferente duración y con cosas que hacer, se hace casi imposible. Por mi parte un placer conoceros a todos ¡espero repetir en cada carrera local!

De izquierda a derecha: Quique, Gonzalo, Pancho, Carmelo, José Breischt con su padre, Fran y Jose Osvaldo. Abajo Manuel Robaina, Pepe con un amigo y los dos últimos creo que eran familia Asturiana de Robaina.

Preaviso a corredores, dejo la cámara en el coche, me cambio, me unto de radio-salil la pantorrilla izquierda y tomo el último trago de agua. ¡Al turrón!

Voy al cajón que <<me toca>> (y que acabó quedándome grande, pero eso vendrá más adelante) y caliento por ahí, esquivando
autoridades, vips, cámaras, etc. Saludo a los conocidos y  me encuentro con Iván, que llegó justo de tiempo y fue directo al cajón. Aquello se llena de gente enseguida, a cinco minutos de salir voy al baño químico a descargar la vejiga (había bastantes baños y no había casi cola, un diez en esto a la organización). El resto del tiempo en la salida lo paso buscando caras conocidas entre los que me rodean, para ver si encuentro a alguien al que seguir. Ya he perdido a Iván  y a su grupo y no encuentro a nadie que me suene. Desgraciadamente mientras busco, veo a un tío que está meando ahí, en medio de la salida, rodeado de gente y haciendo como si calentara, WTF! A esas alturas ya habían “abierto” los cajones y estábamos mas apretados que los tornillos de un submarino, increíble.

¡Pum!

Al ataqueeerrl. Salimos escopetaos, primeros kilómetros a 3:50, pero caen como si nada, voy fresco como una rosa, intento que no me supere el subidón de la salida, no apretar más e intento mantener. El grupo se va estirando y ya me empieza a adelantar gente más rápida que yo. Yo sigo a lo mío, chupando rueda a grupetos y quedándome más o menos tiempo según me interese el ritmo. Voy todo el rato detrás de la segunda femenina de la prueba. Damos la vuelta en el muelle y tomo contacto visual con la “serpiente multicolor” del resto del grupo.

En ese punto hablo un rato con un gallego, que tiene pensado hacer sobre 1h21′ y me dice de intentar ir juntos. Por supuesto le contesto que si y vamos un rato juntos. A los cinco minutos le hago un relevo y se queda, no lo vuelvo a ver. Así son las relaciones de los corredores, cortas pero intensas.

Aquí llego a la altura de Aroa Merino (O no sé si llega ella a mi altura, la verdad es que no lo recuerdo, ni esto ni otras muchas cosas, así no hay quien analice una maldita carrera) y la “acompaño” durante las canteras y parte de Guanarteme. Sigo yendo bien, tirando a sobrado, regulando para no morir al final. Ando un poco mosca porque o no he visto o no hay tantos puntos kilométricos como esperaba. Cuando veo uno, siempre es de la segunda vuelta del maratón, y no puedo tomar referencias muy claras.

En la Avenida Mesa y López me adelanta la bici con el globo de 4:00 minutos/km ¿Cómooorl? Le pregunto si seguro que va bien y me dice que sí, que va con GPS y que va clavado. Mierda, si voy a cuatro justos esto no va bien, a estas alturas estamos ya en el 14 ó 15 y no tengo tiempo de reacción. Aquí empezamos a doblar corredores del 10 kilómetros. Acelero lo que puedo, Triana, Vegueta y Meta. Fiasco. 1h25’05” oficiales.

Obviamente llego cansado de los últimos kilómetros, pero a los 5 minutos me siento más fresco que unas pascuas. Tengo la sensación de haberme distraído y se me ha pasado la carrera en un abrir y cerrar de ojos (de párpados más bien). Ahora mismo, intento repasar la carrera completa y no soy capaz, no recuero haber pasado por la plaza de España, ni por la catedral, ni por muchos sitios por donde se que tuve que pasar. Es increíble (léase en todo Bisbal), pero debí estar haciendo tantos cálculos mentales que se me olvido correr.

Acabar de esta manera te da sensaciones agridulces. Mi mejor (y única) marca era 1h25’11” y he hecho 1h25’05”, seis segundos menos. Seis segundos menos en una carrera de 21 kilómetros no es nada. Y es aún menos si tenemos en cuenta los factores de ésta (llegaba mucho mejor entrenado, casi un año más de experiencia, circuito llano, buen tiempo) y de aquella carrera (la anterior tenía una subida durísima, hacía mucho calor, era la primera media  maratón, sólo llevaba corriendo un año…)

Después de unos minutos de aire, bebida isotónica (aún quedaba) y unos plátanos entro al centro insular a meter las piernas en las piscinas de agua fría durante unos 15 minutillos. Al pasar a la zona de los fisioterapeutas a recibir el masaje, hasta la chica que me trató me caló rápidamente:

Fisio: ¿Ya está llegando la gente de la media?

Aarón: Si, hará unos 20 minutos que llegó el primero

Fisio: ¿Tú has corrido la media?

Aarón: Si, llegué hace 5 minutos

Fisio: ¿no estás muy fresco para haberla corrido?

Aarón: Ç)$%!$(($%=(“·$%&!”=!!!!

En resumen, a cagar con salir a regular. Eso está bien en el maratón, que son ya palabras mayores, aquí hay que ir a morir del 5 al 15 y luego esperar que la inercia y la santísima trinidad te acerque a meta. No hay forma de recuperar tiempo cuando ya te das cuenta de que vas lento.

A día de hoy, se rumorea en el mundillo que presuntamente metieron la pata en cierto sitio con ciertos conos, ciertas personas y al final el circuito tenía unos 400 metros de más. Esto cuadra con el hecho de que a todos los que llevaban GPS de los que conozco les diera esos 400 metros aproximados por encima. Si jugamos a atletismo-ficción habría hecho 1’40” menos, lo que daría una marca esotérica de: 1h23’25” que siendo también un fiasco (muy lejos del posible 1:22 que quería y a años luz del 1:19 que soñaba) es algo más decente y acorde a la mejora de la forma física y circuito con respecto a la anterior medio maratón que corrí.

Lo que falta de tiempo con respecto al objetivo, es por  haber sufrido poco.

Lo mejor de esta carrera:

  • La gente en general, la cantidad de inscritos, el público, los ánimos…
  • El éxito de participación, la cantidad de extranjeros y de gente del resto de España que ha venido exclusivamente a correr, aún habiéndose anunciado hace solo tres meses, demuestra que es un incentivo interesante para el sustento de nuestro sector primario
  • La organización (descontando el error del kilometraje) estuvo en el resto perfecta. Muy bien las entradas a los cajones, los baños químicos, puntuales, etc.
  • El recorrido me parece muy acertado, quizá un poco largo el tramo de León y castillo, pero se sobrelleva bien porque hay bastante gente (¡qué voy a decir yo, si me dormí en los laureles!)
  • El post carrera en el centro insular, con duchas, piscinas de agua helada para las piernas, fisioterapia, te ayudaban y enseñaban a estirar (no miro a nadie)
  • La cerveza de trigo sin Alcohol al acabar OMG! Gracias Erdinger, a cagar con el Aquarius (con perdón)
  • La <<quedada>> pre-carrera, conocer a la gente que leemos casi a diario y contarnos batallitas no tiene precio.

Lo peor:

  • La falta de puntos kilométricos de referencia, o si los había, su poca visibilidad. Me iba guiando por los pitidos del GPS de la peñita, apenas vi cuatro o cinco de los 21. Vi muchos más de la segunda vuelta del maratón. No vi ni el 5 ni el 15, que son claves.
  • Si se confirma, el error en la medición es imperdonable, te deja un regusto amargo y no vale decir que es una carrera popular, porque además, fue campeonato de España de Maratón de veteranos.
  • El giro de 180 grados en Vegueta sobra, igual no cuadra otra cosa para acertar la distancia (tendría guasa, si) pero habría que buscar una vuelta a una manzana o algo diferente a un 180º tan cerrado
  • Venegas se ha quedado pequeña.

PD: Una de las chicas extranjeras que conocí a primera hora, quedó tercera en la media maratón con 1h30’04”. Well done Ulrike!!! we hope see you here next year!

PD2: Aqui otra foto del grupito donde salgo yo, y que me ha mandado Gonzalo (¡Muchas gracias!)

Este blog utiliza cookies para alguna de sus funciones. Haciendo click en el botón "continuar" hará desaparecer este mensaje. La información contenida en las cookies se utiliza para mejorar la navegación, recordando sus preferencias en esta página web.