Archive for carreras

Se busca

Se buscan cuatro intrépidos corredores para participar en la Vuelta Atlética Ciudad de Arucas que se celebra en Diciembre. No es necesaria experiencia previa. Se valorará positivamente las ganas de correr. Imprescindible buena presencia (nada de correr sin camiseta, no vale atarse el dorsal a los piercing de los pezones, etc.). Se puntuará positivamente tener blog lustroso y actualizado, abstenerse los “lurkers”.

Ya van dos ediciones que me pierdo por no reunir a cuatro amiguetes y animarlos a correr ésta carrera. No he ido nunca, pero es de esas carreras un poco “distintas” que tienen pinta de tener un post-carrera simpático. Si alguien se anima que levante la mano y ahí nos plantamos en diciembre (que nadie se atreva a decir que no lo digo con antelación jaja)

Según he leído, corren cinco corredores por equipo, cada corredor una etapa. Todas las etapas se corren el mismo día y las etapas van de los 5 Km de la más corta a los 9 de la más larga. Vamos, un paseíto, aunque en Arucas no hay mucho llano por mucho que se busque. Creo que sería conveniente hacer un equipo de 6, por si de aqui a Diciembre alguien tiene alguna lesión o percance.

Si os animáis ya estais tardando en decirmelo y si no os animáis, pues ANIMAROS!!!. Lo suyo es pasarselo bien, si corres como un perezoso despues de la siesta… ¡mejor! No sé si permiten equipos mixtos (me da a mi que no, por las clasificaciones de otros años) pero siempre se puede insistir y alegar alguna ley de éstas modernas por si cuela…

PD: Perdón por tan pobre recompensa, pero ya sabéis lo mal que lo estamos pasando los autónomos…

Crónica I Canarias Vertical Run

El pasado jueves en el Hotel Cantur empezaba la entrega de dorsales para la I Canarias Vertical Run. Daban dorsal y la escueta bolsa del corredor con la camiseta técnica del evento, en azul y amarillo, no vaya a ser que nos olvidemos de donde estamos (no me quejo, que me va perfecta con mis Mizuno Musha II) Curiosamente no se entregaba el chip junto con el dorsal. Esa misma tarde hubo charla de los organizadores y de los atletas invitados para explicar un poco la prueba, el recorrido y el mundillo de las carreras verticales (en edificios), pero no me pude quedar, una lástima. También tenían impreso el orden de salida, que iba según dorsal y categoría. Me tocó el 63, que significaba salir a las 19:00 mas ó menos.

Ya el día de la carrera salgo temprano para intentar aparcar por la zona (iluso) y no me queda más remedio que tirar de parking. Aparco y ya hay ambientillo, tienen unas gradas montadas en la plaza del edificio que están bastante concurridas y las típicas carpas de Protección Civil, Cruz Roja, Bomberos, etc. Recojo el chip (que va con cinta de velcro, que no me gusta nada) y me voy a la grada, que están mis padres por ahí y todavía queda más de una hora para salir.

A los pocos minutos veo llegar a Manuel Robaina (y familia) y nos lo pasamos como enanos (al menos yo jejej) comentando las chorradillas típicas pre-carrera.

Empiezan a salir las primeras corredoras, un grupo de extranjeras que se lo pasa en grande y suben medio disfrazadas. El speaker empieza fuerte, animando y llamando a corredores, anunciando las categorías y tal, pero al poco, yo al menos dejé de oírlo. Las salidas son un poco extrañas. Es una carrera contrarreloj, donde sale un atleta cada minuto en grupos de cinco. Esto es, en cinco minutos salen cinco corredores y luego hay un parón hasta el siguiente grupo. Los parones entre grupos me parecen exageradamente largos, hay tramos de 10 ó 15 minutos sin que salga nadie y eso lleva a que la grada se vacíe a la media hora de la salida de las primeras chicas. De una de las carpas, cada rato viene un chico a repartir comida a todo el público que por allí pasa.

Se va acercando la hora y Manuel y yo empezamos a hacer aspavientos que simulan un calentamiento. Hace fresco (vamos a no llamarlo frío) se está haciendo de noche y hay un pelín de aire. Aprovecho para ir al baño en el balneario de la Playa de las Canteras y vamos ya a la zona de salida. Manuel sale antes que yo y de los grupos de cinco es raro que salga uno completo, falta mucha gente, así que van adelantando dorsales. Esto es lo malo de poner la hora de salida exacta, si te falla gente no puedes adelantar a otros, pues pueden no haber llegado o no estar preparados etc. Le resta ritmo a la prueba en general, que se hace eterna para los que corremos y para los que van a verla.

Entre los corredores reconozco a tres o cuatro habituales de las carreras de asfalto de por aquí pero poco más, según otros compañeros parece que hay más gente del mundillo de la montaña. Llega el momento de la salida, me siento como un ciclista en la última contrarreloj del Tour, 3, 2, 1, zas.

El primer tramo se hace en la plaza, unos 50 metros en “L” delimitados por vallas, luego un giro a la izquierda y bajada de escaleras al sótano. En este giro resbalé y a punto estuve de caerme, primer susto. Se bajan dos pisos por las escaleras y se sale al garaje. La mezcla del calor allí abajo y la soledad del primer tramo impresiona un poco, afortunadamente está todo bien delimitado con vallas, cintas, conos, etc. Un par de giros subiendo el garaje y entramos en el primer tramo de escaleras. Ya por aquí hay gente de la organización que te ayuda a tomar alguna curva ¡gracias!.

Las escaleras son bastante estrechas, voy a todo lo que doy, de dos en dos y me ayudo del pasamanos. Intento empezar a subir cada tramo con un pie diferente para equilibrar, pero cuando voy pillando el ritmo toca cambiar de caja de escalera. Un pequeño pasillo y otra vez pa’rriba. Mantengo el ritmo y noto como las piernas empiezan a quejarse, cada pocos pisos hay gente de la organización, cruz roja, fotógrafos, cámaras de vídeo… No sé por dónde voy, con la concentración puesta en el sufrimiento y en mirar los escalones no he levantado la cabeza en todo el recorrido. Miro hacia arriba, veo el número 11 y ¡quietooorll! segundo susto.

Levantar la cabeza no ha sido buena idea y me da un mareíto interesante durante unos segundos. Me agarro bien a la barandilla y relajo el ritmo. Aquí está la parte más chunga de todo el recorrido, una vez que tienes que bajar el ritmo, acoplarte a otro es muy complicado. No puedes subir de dos en dos si vas lento y subir de dos en dos caminando no parece buena idea, subir de uno en uno rápido parece la mejor opción pero da la sensación de ir lentísimo. Así que durante tres o cuatro pisos voy buscando el mejor método, pero no lo encuentro. A estas alturas (nunca mejor dicho) ya voy por el piso 16 ó 17, hay que dejarse el alma y subo un piso corriendo de dos en dos y otro caminando rápido de uno en uno. Dos niñas en pijama me saludan un uno de los rellanos. Esto es una media claro, hubo tramos en los que hacia una cosa diferente por escalón, el cacao mental era ya importante.

Justo en el último escalón del último tramo tuve el clásico fallo muscular, ese que te impide completar esa dominada o levantar esa última repetición de tu curl de bíceps. ¡Justo a tiempo! pensé para mis adentros. Al llegar a la cima, saludo a la cámara (¿me estarán viendo el careto abajo en la plaza? Si) y a coger aire. Pese a que la azotea es la clásica no transitable, con gravilla y mil chimeneas de aires acondicionados, han dispuesto una pequeña carpa con sillas para descansar, equipo de emergencias y avituallamiento. Aún cuando el cuerpo sólo pedía sentarse, yo quería caminar para relajar y coger aire, algo difícil en una azotea. Pillé una Coca Cola Zero (¡Ponedla con azúcar por favooorr!) y bajé con este nuevo amigo por donde mismo habíamos subido. 

En la cima no había crono, aunque uno de los organizadores me avisó de que el mejor tiempo hasta el momento era de 2’45”. Mi crono marcó 3’19”. La bajada con el “tembleque” de piernas fue curiosa y ya abajo aproveché para abrigarme. El avituallamiento de abajo muy bien puesto, con Coca-cola, Powerade, Fanta, agua y fruta que hubieran calmado la sed de tres o cuatro veces la cantidad de corredores que allí estábamos.

Los tiempos los iban imprimiendo de vez en cuando en un tablón, que aunque algo concurrido sirvió para verme en el 2º puesto de la categoría senior y el 10º de la general absoluta.

Los resultados completos se pueden consultar aqui.

A destacar en la carrera:

  • La organización muy completa, muy buenos avituallamientos y bastante gente trabajando para que todo saliera bien.
  • La seguridad que daba la prueba, con los puestos de cruz roja y con los técnicos sanitarios cada pocas plantas.
  • Que se implique gente en eventos de este tipo, de por sí, ya es algo remarcable.
  • Pruebas deportivas tan diferentes como estas dan variedad al calendario atlético y anima a más gente a apuntarse en eventos deportivos populares.

Cosillas a mejorar:

  • La consolidación de la prueba (si ocurre, claro) hará que se anuncie con tiempo suficiente para prepararla mejor.
  • Las categorías en una prueba tan corta y tan popular en mi opinión eran demasiadas. Yo lo haría open hasta 35 y luego veteranos, como en cualquier otra carrera atlética. Y luego clasificaciones diferentes para los grupos de bomberos, policías y militares, pero que también cuenten para la open.
  • Mas ritmo en el flujo de salida de participantes, de cara a la gente que ve la prueba, ganaría mucho.

El resumen de la carrera no puede ser mejor, una tarde muy agradable en compañía de Manuel y un evento bastante bien organizado para ser la primera vez que se celebra y para haberse hecho tan rápido (según me comentó alguien, sólo tuvieron un mes y poco para organizarlo todo). ¡Gracias a todos los que la hicieron posible y a repetirla el año que viene!

Las fotos las he pillado de Bichillorunner y de La Provincia

A por nuevos objetivos

Correr sin objetivos no está al alcance de cualquiera, y yo no soy una excepción. Después del medio maratón de Gran Canaria, toca buscar motivación preparando otra carrera. El amigo Gonzalo me alertó de la existencia de un 10 kilómetros urbanos en Telde el 8 de abril, teóricamente después de esa fecha debería correrse la media maratón del Muelle y/o la Macan, así que el entrenamiento irá dedicado a una media maratón para Mayo, con una prueba de 10km en Abril. Aún así, febrero pretendo hacerlo muy suave, corriendo sólo tres – cuatro días a la semana y sin grandes aspiraciones salvo buscar sensaciones y disfrutar del correr, que no es poco.

En el corto-corto plazo, he hecho la pre-inscripción para la Canarias Vertical Run, una carrera de esas diferentes, que consiste en subir a lo alto del edificio Woermann por las escaleras. Se corre en formato contra-reloj (sale un corredor cada X minutos) y viene el campeón del circuito nacional de este tipo de carreras (Ignacio Cardona Torres, con un 1h 12″ en medio maratón). La inscripción (de 20 euros) me parece un atraco a mano armada, entre otras cosas, porque ni siquiera hay premios para ninguna categoría que no sea la de Bomberos, pero en fin, es lo que tienen los vicios, que cuestan dinero. La idea es echar unas risas haciendo entrenamientos diferentes y darles cañita a otras partes del cuerpo.

Habrá que hacer escaleras, cuestas, escaleras, series, escaleras, sentadillas y algunas escaleras más para preparar esto medio-decente, aunque a escasos 10 días de la carrera,  no creo que sirva de mucho. Lo mejor será dejarse el higadillo por la boca y ver que sigues prácticamente en el mismo sitio ¡todo sea por la variedad!

Aprendiendo de los errores

Casi una semana después del fiasco en la Gran Canaria Maratón, llega la hora de analizar el asunto, identificar los errores, programar su resolución e ir a por el siguiente objetivo. Lo primero a analizar es lo fácilmente medible, y en una carrera, lo medible son los tiempos. Aunque en la web de la carrera y en la propia federación han subido las clasificaciones generales, en la del cronometrador del evento (Top Time) tenemos disponibles los parciales.

– Los hechos –

Tiempo oficial: 1:25’05”

Tiempo real (descontando el tiempo desde el disparo al paso por meta): 1:24:59

Puesto General: 67

Puesto Masculino: 66

Puestos de diferencia con Paulino Rivero: 1590

Puesto por categorías: 31 (Senior)

Promedio de 4’02” minutos por kilómetro

– Tiempos –

Kilómetro 5: 0h 19’22”

Kilómetro 10: 0h 39’31”

Kilómetro 15: 0h 59’58”

Kilómetro 20: 1h 20’45”

Media Maratón:  1h 25’05”

 Con estos tiempos, podemos dividir la carrera básicamente en cuatro cinco miles más el kilómetro con 97 metros final.

– Parciales –

1º 5000: 19’22”

2º 5000: 20’09”

(10000 en 39’31”)

3º 5000: 20’27”

4º 5000: 20’47”

(10000 en 41’14”)

1097m: 4’20”

– Ritmos por parcial –

Ritmo del parcial 1: 3’52”

Ritmo del parcial 2: 4’02”

Ritmo del parcial 3: 4’05”

Ritmo del parcial 4: 4’09”

Ritmo del 1097: 3:57

Los datos nos dicen que es una carrera de más a menos, aunque con una diferencia suave. Las máximas diferencias están en el primer y último 5000. Con un kilómetro final lógicamente un poco más rápido que el resto. Vamos a comparar los datos con las sensaciones:

– Parciales y sensaciones –

1º 5000: 19’22”: Salgo rápido pero sin desmadrarme, al paso por el 5000 veo que voy  holgado por debajo de 4 min/km y voy bien pero bajo un pelo el ritmo “porsiaca”

2º 5000: 20’09”: Paso por el 10000 también por debajo de 4 min/km voy a mantener este ritmo y ya apretamos en el último 5000, sigo yendo bien.

3º 5000: 20’27”: En el km 14 me pasa la bici de los 4 m/km. Hago cálculos mentales y no me cuadra, he aflojado demasiado. Miro el crono y me desoriento un poco. Decido apretar, sigo sintiéndome bien.

4º 5000: 20’47”: Éste punto no recuerdo pasarlo, sigo acelerando progresivamente hasta el final

1097m: 4’20” Final: Cara de panoli.

Las sensaciones en carrera, son de haber hecho un primer y último cuarto de carrera rápido, y el segundo y tercero más tranquilos (excesivamente), sin embargo los tiempos no dicen eso. Es extraño porque apreté mucho en el último cuarto de carrera e iba fresco como una lechuga. Además es el peor 5000 de los tres, con bastante diferencia.

Distinto es si aceptamos el error (según todos los GPS de los corredores de la prueba) de 400 metros, entonces tendría un cuarto parcial 1’30” mejor, que lo dejaría en 19’17” aproximados. Esto cuadraría milimétricamente con las sensaciones y además reafirmaría la sospecha de que el error fundamental de mi carrera fue “dormirme en los laureles” en el tercer 5000, habiéndome dejado unos 30″-40″ entre el segundo y el tercer 5000.

A nivel táctico, fui pendiente de no salir demasiado rápido y de no vaciarme al final. En lo primero acerté, en lo segundo me pasé de precavido. No hubo momento “que hago yo aquí” típico de cuando estamos al límite de nuestras fuerzas y que si he tenido en prácticamente todas las carreras, especialmente en las que he mejorado la marca con respecto al año anterior. Lo que también confirma, que si no hay sufrimiento en la carrera, tampoco hay sabor a victoria en la llegada.

Tengo que dedicar tiempo a mis llagas y rozaduras. Aunque no molestó como para culparlas de algo, no se te puede abrir una  en todas las competiciones. Además, ésta vez fue en un sitio nuevo y las zapatillas ya las había usado en otras carreras. Las rozaduras del pantalón fueron muy leves, ya tengo el pantalón adecuado. Es curioso como los dos pantalones más caros que tengo (un Mizuno y un Nike) son los que más rozaduras me producen en la parte interior de los muslos y el más barato de todos (marca Xero, comprado en burbujita) es el que mejor me va. Por su parte, la del pié aún la tengo demasiado fresca como para poder salir a trotar un rato ¡y ya tengo ganas!

P.D: Siento el nuevo cambio de diseño, pero éste tiene pinta de llegar para quedarse. El anterior me parecía un poco triste y monocromático. ¡Se aceptan sugerencias!

Cronica Gran Canaria Media Maraton 2012

El día amaneció bastante oscuro, aunque supongo que es lo normal a las 6:00 de la mañana. Suena la alarma y directos a la cocina. Pongo a hervir la bebida de soja para hacerme el porridge, hoy mejor poco cargado, no sea que luego le dé por querer salir a destiempo. Tazón pequeño, tostada con nutella y unos frutos secos, suficiente. Ducha anti-pereza, vestirse, coger las cosas y carril. Iba un poco más cargado que de costumbre, llevé la cámara de fotos, una muda completa (incluidas otras zapatillas) y algo de comida y bebida. Tenía que aparcar temprano si no quería tener que correr (je) luego para ir a buscar o dejar la cámara.

Llegando desde Telde a las 6:30 ya estaban cortados todos los accesos desde la autovía a la zona centro en sentido norte. Di la vuelta en el centro comercial el muelle y me arriesgue a llegar a la zona de la Fuente Luminosa, que afortunadamente aún no habían cerrado. Tuve muchísima suerte y conseguí aparcar cerca (aún no eran las 7:00). Los luminosos de la autovía decían: Modere su velocidad, hoy domingo MARATÓN. Yo automáticamente pensé en Gonzalo, luego intenté hacer una foto a uno de ellos, pero fue demasiado tarde y ya habían cambiado el mensaje.

Con la cámara a cuestas, el dorsal en la mochila y el chándal puesto me acerqué a la salida, aún vacía y me encontré con tres turistas: dos inglesas y una alemana. Una de ellas había cambiado su fecha de vacaciones para hacerla coincidir con el Maratón (la media en su caso) y todas estaban perdidas buscando el guardarropa. Yo tampoco sabía dónde estaba, y a los dos primeros que pregunté, además de ser extranjeros, tampoco sabían dónde estaba. Como aquello tampoco es que sea enorme, alguien atinó a decirnos y yo ya parecía un guía turístico en el centro insular de deportes. Justo ahí me encontré con Pancho, que a su vez ya había visto a Gonzalo en la puerta del Chaplin, así que me despedí del harén (con perdón) deseando suerte a todas.

De camino al Chaplin me encontré con un conocido que corre como una vez a la semana y le sobran como 10 kgs (siendo generoso) y el tío iba a estrenarse en la distancia, que digo en la distancia, el tío iba a estrenarse en su primera carrera con dorsal y cómo no, en la maratón. Todos locos.

El ambiente bloguero (sólo hay una palabra que odie más que bloguero y es… ¡Internauta!) fue genial, con algo de nervios pre-carrera que se disiparon rápido. La aparición de Robaina fue espectacular (llegó gritando: ¡hay miedo eh!) y el único punto gris fue habernos quedado sin saludar a Iván que llegó justo de tiempo. Que una sola carrera tenga tantas historias diferentes para cada uno de los que la corren, es algo que a mí me parece magia. Todo el mundo hace su carrera, a su modo, y cada uno la disfruta de una manera personal, con su objetivo propio, con su sufrimiento…

Estuvimos riendo, charlando y tirando unas fotillas durante un rato, hubiera estado genial comentar la carrera de cada uno al acabar, pero entre tanta gente, con pruebas de diferente duración y con cosas que hacer, se hace casi imposible. Por mi parte un placer conoceros a todos ¡espero repetir en cada carrera local!

De izquierda a derecha: Quique, Gonzalo, Pancho, Carmelo, José Breischt con su padre, Fran y Jose Osvaldo. Abajo Manuel Robaina, Pepe con un amigo y los dos últimos creo que eran familia Asturiana de Robaina.

Preaviso a corredores, dejo la cámara en el coche, me cambio, me unto de radio-salil la pantorrilla izquierda y tomo el último trago de agua. ¡Al turrón!

Voy al cajón que <<me toca>> (y que acabó quedándome grande, pero eso vendrá más adelante) y caliento por ahí, esquivando
autoridades, vips, cámaras, etc. Saludo a los conocidos y  me encuentro con Iván, que llegó justo de tiempo y fue directo al cajón. Aquello se llena de gente enseguida, a cinco minutos de salir voy al baño químico a descargar la vejiga (había bastantes baños y no había casi cola, un diez en esto a la organización). El resto del tiempo en la salida lo paso buscando caras conocidas entre los que me rodean, para ver si encuentro a alguien al que seguir. Ya he perdido a Iván  y a su grupo y no encuentro a nadie que me suene. Desgraciadamente mientras busco, veo a un tío que está meando ahí, en medio de la salida, rodeado de gente y haciendo como si calentara, WTF! A esas alturas ya habían “abierto” los cajones y estábamos mas apretados que los tornillos de un submarino, increíble.

¡Pum!

Al ataqueeerrl. Salimos escopetaos, primeros kilómetros a 3:50, pero caen como si nada, voy fresco como una rosa, intento que no me supere el subidón de la salida, no apretar más e intento mantener. El grupo se va estirando y ya me empieza a adelantar gente más rápida que yo. Yo sigo a lo mío, chupando rueda a grupetos y quedándome más o menos tiempo según me interese el ritmo. Voy todo el rato detrás de la segunda femenina de la prueba. Damos la vuelta en el muelle y tomo contacto visual con la “serpiente multicolor” del resto del grupo.

En ese punto hablo un rato con un gallego, que tiene pensado hacer sobre 1h21′ y me dice de intentar ir juntos. Por supuesto le contesto que si y vamos un rato juntos. A los cinco minutos le hago un relevo y se queda, no lo vuelvo a ver. Así son las relaciones de los corredores, cortas pero intensas.

Aquí llego a la altura de Aroa Merino (O no sé si llega ella a mi altura, la verdad es que no lo recuerdo, ni esto ni otras muchas cosas, así no hay quien analice una maldita carrera) y la “acompaño” durante las canteras y parte de Guanarteme. Sigo yendo bien, tirando a sobrado, regulando para no morir al final. Ando un poco mosca porque o no he visto o no hay tantos puntos kilométricos como esperaba. Cuando veo uno, siempre es de la segunda vuelta del maratón, y no puedo tomar referencias muy claras.

En la Avenida Mesa y López me adelanta la bici con el globo de 4:00 minutos/km ¿Cómooorl? Le pregunto si seguro que va bien y me dice que sí, que va con GPS y que va clavado. Mierda, si voy a cuatro justos esto no va bien, a estas alturas estamos ya en el 14 ó 15 y no tengo tiempo de reacción. Aquí empezamos a doblar corredores del 10 kilómetros. Acelero lo que puedo, Triana, Vegueta y Meta. Fiasco. 1h25’05” oficiales.

Obviamente llego cansado de los últimos kilómetros, pero a los 5 minutos me siento más fresco que unas pascuas. Tengo la sensación de haberme distraído y se me ha pasado la carrera en un abrir y cerrar de ojos (de párpados más bien). Ahora mismo, intento repasar la carrera completa y no soy capaz, no recuero haber pasado por la plaza de España, ni por la catedral, ni por muchos sitios por donde se que tuve que pasar. Es increíble (léase en todo Bisbal), pero debí estar haciendo tantos cálculos mentales que se me olvido correr.

Acabar de esta manera te da sensaciones agridulces. Mi mejor (y única) marca era 1h25’11” y he hecho 1h25’05”, seis segundos menos. Seis segundos menos en una carrera de 21 kilómetros no es nada. Y es aún menos si tenemos en cuenta los factores de ésta (llegaba mucho mejor entrenado, casi un año más de experiencia, circuito llano, buen tiempo) y de aquella carrera (la anterior tenía una subida durísima, hacía mucho calor, era la primera media  maratón, sólo llevaba corriendo un año…)

Después de unos minutos de aire, bebida isotónica (aún quedaba) y unos plátanos entro al centro insular a meter las piernas en las piscinas de agua fría durante unos 15 minutillos. Al pasar a la zona de los fisioterapeutas a recibir el masaje, hasta la chica que me trató me caló rápidamente:

Fisio: ¿Ya está llegando la gente de la media?

Aarón: Si, hará unos 20 minutos que llegó el primero

Fisio: ¿Tú has corrido la media?

Aarón: Si, llegué hace 5 minutos

Fisio: ¿no estás muy fresco para haberla corrido?

Aarón: Ç)$%!$(($%=(“·$%&!”=!!!!

En resumen, a cagar con salir a regular. Eso está bien en el maratón, que son ya palabras mayores, aquí hay que ir a morir del 5 al 15 y luego esperar que la inercia y la santísima trinidad te acerque a meta. No hay forma de recuperar tiempo cuando ya te das cuenta de que vas lento.

A día de hoy, se rumorea en el mundillo que presuntamente metieron la pata en cierto sitio con ciertos conos, ciertas personas y al final el circuito tenía unos 400 metros de más. Esto cuadra con el hecho de que a todos los que llevaban GPS de los que conozco les diera esos 400 metros aproximados por encima. Si jugamos a atletismo-ficción habría hecho 1’40” menos, lo que daría una marca esotérica de: 1h23’25” que siendo también un fiasco (muy lejos del posible 1:22 que quería y a años luz del 1:19 que soñaba) es algo más decente y acorde a la mejora de la forma física y circuito con respecto a la anterior medio maratón que corrí.

Lo que falta de tiempo con respecto al objetivo, es por  haber sufrido poco.

Lo mejor de esta carrera:

  • La gente en general, la cantidad de inscritos, el público, los ánimos…
  • El éxito de participación, la cantidad de extranjeros y de gente del resto de España que ha venido exclusivamente a correr, aún habiéndose anunciado hace solo tres meses, demuestra que es un incentivo interesante para el sustento de nuestro sector primario
  • La organización (descontando el error del kilometraje) estuvo en el resto perfecta. Muy bien las entradas a los cajones, los baños químicos, puntuales, etc.
  • El recorrido me parece muy acertado, quizá un poco largo el tramo de León y castillo, pero se sobrelleva bien porque hay bastante gente (¡qué voy a decir yo, si me dormí en los laureles!)
  • El post carrera en el centro insular, con duchas, piscinas de agua helada para las piernas, fisioterapia, te ayudaban y enseñaban a estirar (no miro a nadie)
  • La cerveza de trigo sin Alcohol al acabar OMG! Gracias Erdinger, a cagar con el Aquarius (con perdón)
  • La <<quedada>> pre-carrera, conocer a la gente que leemos casi a diario y contarnos batallitas no tiene precio.

Lo peor:

  • La falta de puntos kilométricos de referencia, o si los había, su poca visibilidad. Me iba guiando por los pitidos del GPS de la peñita, apenas vi cuatro o cinco de los 21. Vi muchos más de la segunda vuelta del maratón. No vi ni el 5 ni el 15, que son claves.
  • Si se confirma, el error en la medición es imperdonable, te deja un regusto amargo y no vale decir que es una carrera popular, porque además, fue campeonato de España de Maratón de veteranos.
  • El giro de 180 grados en Vegueta sobra, igual no cuadra otra cosa para acertar la distancia (tendría guasa, si) pero habría que buscar una vuelta a una manzana o algo diferente a un 180º tan cerrado
  • Venegas se ha quedado pequeña.

PD: Una de las chicas extranjeras que conocí a primera hora, quedó tercera en la media maratón con 1h30’04”. Well done Ulrike!!! we hope see you here next year!

PD2: Aqui otra foto del grupito donde salgo yo, y que me ha mandado Gonzalo (¡Muchas gracias!)

Este blog utiliza cookies para alguna de sus funciones. Haciendo click en el botón "continuar" hará desaparecer este mensaje. La información contenida en las cookies se utiliza para mejorar la navegación, recordando sus preferencias en esta página web.