Lo confieso, he sido débil. No he podido resistirme y al final he pecado como un corredorcillo cualquiera. Nunca me han gustado los gadgets deportivos, riñoneras, muñequeras, gorras, medias de compresión… todo me da repelús. Personalmente nunca he usado reloj, siempre me ha parecido un cacharro innecesario con el que cargar. Si tenemos reloj en el coche, en el móvil, en el portátil, en el PC y en la muñeca de todos los demás ¿Quién necesita cargar con uno?
La necesidad surge de intentar controlar mi entrenamiento en básicamente dos puntos:
- El ritmo de mis tiradas largas y de recuperación (ambas tiendo a hacerlas demasiado rápidas).
- Controlar el ritmo en los días de entrenamiento a ritmo de competición.
Soy incapaz de hacer carrera continua mucho tiempo dando vueltas a “nuestro” parque de 1km, así que cuando me salgo de él para hacer tiradas de 10 a 20 km no tengo referencias claras de distancias y no me puedo medir. Y por supuesto, no quiero que me pase otra vez lo del medio maratón de Gran Canaria, ir por debajo del ritmo previsto “sin querer”.
Así que he tirado la casa por la ventana y me he comprado el Garmin Forerunner 610 (y ya que lo he comprado, lo he hecho con la banda del pulsómetro también)
En el “scouting” previo, descarté los Polar por la necesidad de usar accesorios extras para medir ritmo, bien el podómetro (es enorme de tamaño y va en la zapatilla, con el engorro de tener que cambiarlo de zapatilla y además moverlo) o el sensor GPS (que va con una cinta en el brazo, ni loco). Con el Garmin el sensor GPS va dentro del reloj, sin brazaletes ni cinturones ni gaitas. Tomada la decisión a favor de Garmin, había que elegir el tipo de crono-pulsómetro-GPS: ¿De pantalla grande o pequeña?
- La gama actual de pantalla grande la forman: Forerunner 910XT y Forerunner 310XT
- La gama actual de pantalla pequeña: Forerunner 110, 210, 410 y 610
Aunque soy medio cegato, siempre corro con gafas o lentillas y me niego a frikear con una pantalla de ordenador portátil en el brazo mientras corro, aún cuando el peso del reloj es el mismo.
Demasiado grande para mi
Los dos más sencillos no tienen avisos programables del tipo: pita cuando vaya a más ó menos de tal ritmo o de tal frecuencia cardíaca y me parece una carencia gorda que te obliga a mirar el relojito cada X minutos si le vas a dar el mismo uso que yo (ayudarte a mantener un ritmo o una frecuencia cardíaca durante “X” tiempo o distancia). Entonces nos quedan el 410 y el 610, y del 410 no se leen buenas críticas sobre su bisel táctil, aunque dicen que ha mejorado con respecto al anterior 405.
El cacharro pinta robusto y pesa y ocupa lo justo. Un pelín más de tamaño o de peso y ya sería para pensárselo. La parte más novedosa es la pantalla táctil y lo cierto es que funciona bastante bien. El mayor miedo en un dispositivo como éste es que se active sin querer, pero no pasa nunca. Hay que darle con bastante fuerza a la pantalla para arrastrar o hacer “click”, de hecho resulta hasta incómodo durante el proceso de configuración, pero está pensado para ser usado en movimiento y ahí cumple con creces. Lo he probado con lluvia y responde igual de bien que en seco. A destacar la robustez de la correa, mayor incluso que algún reloj de buceo (que tienen correas muy grandes y fuertes) aunque habrá quien encuentre mucha distancia entre un agujerito y otro.
La información presentada en pantalla es variada y totalmente configurable, desde la cantidad de páginas a mostrar (se pasa de una página a otra arrastrando adelante o atrás, con un “tap” en la pantalla o activando el paso de página automático) como cuanta información se muestra en cada página (uno, dos, tres o cuatro datos). El start/stop y el LAP siguen siendo mediante botones físicos, mejor no experimentar con estos dos.
Conviene sentarse un buen rato y configurar las pantallas con paciencia, hay que imaginarse que estás en medio de un entrenamiento para saber qué datos necesitas y de cuales puedes prescindir. Yo lo tengo configurado de la siguiente forma:
- Primera página: Tiempo total, ritmo y distancia (Uso típico: en tiradas largas y trotes de recuperación)
- Segunda página: Pulsaciones medias, pulsaciones actuales y porcentaje sobre el máximo (Uso típico: consultas en entrenamientos varios)
- Tercera página: Ritmo, nº de vueltas, última vuelta, vuelta actual (Uso típico: entrenamiento de series)
- Cuarta página: Zona de frecuencia cardíaca y ritmo (Uso típico: Tiradas a ritmo de competición o a frecuencia cardíaca objetivo)
Con cuatro datos en pantalla los datos se ven bastante pequeños, si vas trotando es suficiente, pero si vas rápido hay que mirar mucho rato y es un poco peligroso (pierdes ritmo y visión). Con tres datos se ve bien a cualquier velocidad (hablando de velocidades de cutre-fondista, no creo que nadie se pare a mirar un reloj en los 200 lisos) y además el dato del centro de la pantalla es más grande que los datos situados en la parte superior e inferior. Una función que no tiene es cambiar las pantallas de orden. Si ya has configurado tus opciones y quieres cambiarlas de “sitio”, tienes que reconfigurar cada página paso por paso, y tampoco se puede hacer en el ordenador. El método de auto scroll es mejor no utilizarlo, ya sabemos que según Murphy, siempre que miremos estará cualquier pantalla menos la que nos interesa.
Dos datos en pantalla
Además de las opciones configurables, una chorradilla que uso bastante es el “Virtual Partner”: Seleccionas un ritmo objetivo para el colega virtual (digamos 4:00 min/km) y te va diciendo si vas delante o detrás y a cuánto tiempo y distancia. Se añade como una página más de información al activarlo. Es muy útil pero yo lo veo francamente mal implementado y me explico:
Gráficamente se representa con dos muñequitos que van corriendo, vale. De primeras, no sabes cuál de los dos muñequitos eres tú y luego, si la diferencia es superior a cierto límite (no se cual exactamente) el otro muñeco desaparece de la pantalla, con lo que no sabes de un vistazo si vas muy por debajo o muy por encima del ritmo objetivo. Además del dibujito, también te pone la diferencia con el objetivo en distancia y en tiempo, pero una vez más, tanto si vas por delante, como si vas por detrás, la distancia y el tiempo siempre son positivos por lo que:
- Si tu “virtual partner” va a 4’00” min/km y te saca 2′ y 500 metros verás: 0.5 (siempre en kilómetros, otro fallo) km y 2:00.
- Si eres tu el que va por delante 2′, también te muestra 0.5 km y 2:00. Con lo que tienes que mirar si el muñequito va delante o detrás, pero claro, si a partir de cierta diferencia desaparece de la pantalla, vas mas perdido que Wally.
- Aunque no lo recuerdo, puede que cambien las palabras “ahead” por “behind” dependiendo de si vas por delante o por detrás, pero sigue siendo un dolor no poder saberlo de un vistazo y haya que estar leyendo esas letras, que además son minúsculas.
Otra opción que no he probado es el “Virtual Racer” en este caso en lugar de competir contra un ritmo, compites contra un tiempo hecho anteriormente en un circuito determinado, que está bien para distraerse al hacer siempre el mismo recorrido, pero poco más.
El Garmin Forerunner 610 sirve también para ciclismo (cambia el ritmo por velocidad y la cadencia de zancada por pedaleo) pero no para natación, abstenerse triatletas. Es curioso que un cacharro de estas características no permita sumergirlo más de 1m y además no aguante mas de unos minutos a esa “profundidad”. Para el uso que voy a darle no me importa lo más mínimo, pero para lo que cuesta ya podría aguantar como mínimo 10 metros.
Viene con un sensor ANT+, que es una especie de “pendrive” que se conecta al ordenador para sincronizar el reloj con el PC sin necesidad de conectarlo a ningún cable. Esta parte también está mal implementada, ya que si tenemos el reloj cerca del PC, se estará sincronizando en bucle infinito por los siglos de los siglos (vamos, unas pocas horas hasta que se agote la batería) por lo que o bien apagamos el reloj, o cerramos el Garmin ANT agent del PC.
Del pulsómetro poco que decir, la banda es la más cómoda que he probado y por ahora ni falla ni le cuesta leer. Es del típo blanda, sin partes fijas de plástico y es tan sensible que empieza a medir desde que me la pongo en la barriga antes de subirla al pecho. La parte plástica se separa de la banda para poder lavar ésta con más facilidad.
En cuanto al software, Garmin ha optado por dos caminos no muy bien diferenciados, el online con Garmin Connect y el offline con Garmin Training Center. El reloj se sincroniza con el PC y automáticamente sube los datos a la web Garmin Connect (y si se quiere, también al Garmin Center) desde donde se puede consultar el histórico de entrenamientos, programar nuevos o compararse con otros usuarios de Garmin, entre otras cosas. La web está bastante bien y nos presenta todos los datos que ha grabado nuestro Reloj-pulsómetro-GPS y lo vincula a mapas de Bing (Microsoft) o Google.
El mundo segun Garmin Training Center
El mundo según Garmin Connect
El Garmin Training Center pretende ser más completo que la versión web, pero no lo consigue. Tiene una mejor presentación de los gráficos de ritmo y frecuencia cardíaca, pero no presenta mapas detallados (aunque puede conectarse a Google Earth) ni muestra toda la información que tenemos en el Garmin Connect, además de tener pinta de estar programado para Windows 95. Yo lo he desinstalado.
Además, el Garmin Connect permite dar la brasa a todos tus amigos compartiendo tus entrenamientos en Facebook, Twitter, MySpace, Stumble, Digg, etc. Y como no, me permite brasearos a todos vosotros:
Como curiosidad se han inventado el Training Effect, basandose en “a saber que tablas” y “en que algoritmos” el aparato nos muestra la efectividad de nuestra sesión de entrenamiento, en un número del 1 al 5 (y sus decimales) siendo: menor, mantenimiento, mejora, gran mejora, sobreentrenamiento:
Como siempre, a estas cosas hay que darle la importancia que tienen: Mas bien poca. Aunque sirve más o menos de indicativo de la dureza del entrenamiento. Juguetito nuevo corazón contento ¡ahora toca sacarle partido dándole cañita!