En vista de lo bien que me ha ido con mis últimos dos pares de Nike Lunaracer, he decidido ser fiel a la marca de Oregón y calzarme las nuevas Flyknit para carreras cortas y entrenos rápidos. Desde las ya extintas Adidas Adizero Pro no me calzaba unas voladoras <<de verdad>> y ha sido ponérmelas y subirme desde los pies hasta la cabeza esas sensaciones únicas que te transmiten unas zapatillas tan radicales.
A simple vista no tienen pinta de radicales, se ven bastante normales y salvo la versión multicolor (maldita sea, agotadas hasta en Wiggle) no llaman demasiado la atención, cosa que siempre se espera de las zapatillas de esta gama. Pero la radicalidad está en sus números: 158 gramos en total. El upper (que pesa sólo 34 gramos…) es de punto, si si, como las bufandas de las abuelas.
Si hay algo que me gusta de Nike, es su capacidad de vendernos una cosa hoy y la contraria en unos meses. Hasta hace muy poco “Flywire” era la novedad, un tejido cercano al plástico, muy rígido y ligero, muy poco transpirable… Ahora lo más de lo más es el punto, muy elástico y lleno de agujeros para facilitar el flujo del aire. Ya sabéis, estos son mis principios, si no os gustan… tengo otros.
Una vez en los pies, lo primero que se nota muy diferente a cualquier otra voladora es la elasticidad al ponértelas. Si eres de los que no se lazan muy fuerte, puedes llegar a calzártelas sin tener que deshacer el lazo, ya que la boca cede muchísimo. Esto mismo hace que a los que nos gustan sentir las zapatillas <<muy pegadas>> necesitamos apretarlas muuuucho. No sé si es por este hecho, pero son las primeras Nike en mucho tiempo que me quedan un pelín grandes (y siempre compro la misma talla). En el upper echo en falta el típico ojal doble para los cordones, que a mí me gusta mucho usar y me dan sensación de sujeción. En este caso, para esa función han usado los ojales superiores para cerrar la zapatilla al tobillo.
Tras los primeros pasos nos damos cuenta de que la suela es muy rígida y la amortiguación es dura, con mucho más recorrido en el talón que en el antepié. Como todas las voladoras diseñadas para rendir, no esperes absorción de ningún tipo, aquí al aterrizar te das cuenta que o tu cuerpo trabaja para asimilarlo o mejor te las quitas. El apoyo para el arco plantar es muy muy ligero, pero aún así da un poco más de soporte que otras zapatillas similares.
Dos detalles muy bien resueltos de la zapatilla son el amplísimo tirador del talón para calzártelas (caben hasta dos dedos para hacer fuerza más que de sobra) y el doble hueco para pasar los cordones en la lengüeta. En comparación lateral directa con las Adidas Adizero Pro, se ve claramente como las Flyknit van bastante más altas.
En resumen, creadas por Nike para que sus atletas la usaran en la maratón de los juegos olímpicos de Londres 2012, las Flyknit Racer son las voladoras más radicales sin clavos de la marca, muy ligeras, duras y excelentemente ventiladas. Para los paquetes populares, básicamente nos sirven para mejorar nuestro ego unas décimas e inyectarnos una buena cantidad de motivación. 139.50€ en Wiggle
¡Pero son taaaaaan bonitas!