Confesiones de un corredor

Lo reconozco, alguna vez he usado el mismo pantalón de correr sin haberlo lavado previamente. Pero lo peor no es eso, lo peor es que no creo que deje de hacerlo este nuevo año. Hay que reconocer que al corredor-de-pro el fin de año se la trae al pairo, nosotros los guays nos fijamos más en temporadas y pretemporadas que en el ciclo anual del mortal típico (el que no corre, vaya). Yo suelo ser un tío muy egoísta pero poco egocéntrico (que tenga un blog donde sólo hable de mí al fin y al cabo no implica nada…) pero tengo que reconocer con cierto rubor, que cascarte un entrenamiento duro las mañanas de los días 25 de diciembre y 1 y 6 de enero, te hace mirar al resto de la población con ese aire de superioridad ficticia que nos caracteriza un poco a todos (si, uso el plural de cortesía para sentirme mejor).

No hace mucho vi a un conocido en el parque de nuestros entrenos, cuando un yo qué se y un qué se yo dentro de mi me hizo levantar la mano y espetar a la vez un: ¡Hola, globerete! Al instante deseé que me tragara la tierra, pero una vez más he de reconocer que se me pasó tan pronto como llegó. Podría poner en antecedente que el susodicho, se refiere a sí mismo en tercera persona como tri-atleta-semi-profesional (así, todo junto) y no lo he visto bajar de 40 minutos en 10km desde que corro. Tampoco lo he visto trabajar nunca, pero vamos ni yo ni la seguridad social, pero da igual, todo eso sólo me serviría de atenuante, como el alcohol en los accidentes. Por lo visto mi cerebro decidió vengarse de mí en ese momento, ni tan mal oiga, mejor ahí que en una primera cita mientras ella te habla de su ex, o peor aún, de su madre.

El caso es que me ha hecho preguntarme (sigo sin ser egocéntrico, que quede claro) ¿soy un runnerdemierda? Y claro, la neurona se ha puesto a computar y mientras el LED de actividad parpadeaba buscando en la base de datos cómo esconder defectos y destacar virtudes (en el remota posibilidad de su existencia) he sido capaz de llegar a una extraña conclusión:

yesiam

Y ya que estamos, confieso que a veces al cruzarme con un corredor decido no saludarlo hasta que él lo haga, como una pequeña competición por ver quien saluda más tarde. También he acelerado mi ritmo al encontrarme un grupo delante, ya sabes, para aparentar ir más rápido. De picarme en los entrenamientos e ir a por alguien en alguna carrera en particular ni lo menciono, por lo habitual del hecho me refiero.

Lejos de querer quitarme de todo lo anterior, la edad poco a poco me está haciendo sentirme hasta orgulloso de todas estas desgracias, será por ese proceso natural de aceptarse a uno mismo. La parte negativa (¿había alguna positiva?) es que los demás se van dando cuenta y te van conociendo. Ya no engañas a nadie, pero…

who-cares

10 comments

  1. gonzaloquintana dice:

    Joder Aaron, eres un poco chusmilla. Tanto ir por el Parque Romano a la hora de los killers…

    Lo del pantalón es bastante cerdo, la verdad. Y lo de salir las mañanas de los días clave pues estoy contigo, da una sensación de ser «indie», «diferente». Yo salí el 6 y el 1 como un campeón, el 25 no porque estaba potando, pero hubiera salido. No se disfruta en ningún otro día como esos.

    PD: me han dicho que te vieron con cara de mala hostia en una carrera tan familiar y entrañable como la San Silvestre de Las palmas. :D

    • y esas son las que me atrevo a contar…

      En la San Silvestre todo fue según lo esperado, aunque que no me funcionara el chip y tener que saltar perros y niños de 4 años no fuera mi especialidad xD

  2. José Lobillo dice:

    Ave María Purísima!!!
    Me encanta eso de «Yo suelo ser un tío muy egoísta pero poco egocéntrico», «te hace mirar al resto de la población con ese aire de superioridad ficticia que nos caracteriza un poco a todos» y el aberrante personaje que «se refiere a sí mismo en tercera persona como tri-atleta-semi-profesional (así, todo junto) y no lo he visto bajar de 40 minutos en 10km»… Merece la pena leer la entrada sólo por estas pinceladas.
    Y NO, NO ERES UN #RUNNERDEMIERDA, y si lo eres -que lo confirme el maestro Gonzalo y el comandante Robaina- pues existimos muchos más #runnercacarruta de lo que imaginaba.
    Enhorabuena por tu sinceridad y por la fantástica redacción de la crónica. Lo malo es que a partir de ahora, cada vez que salgamos los domingos a hacer la tirada larga, sólo pensaré: «TE VOY A CRUJIR HASTA QUE VOMITES EL DESAYUNO».
    Ah, y que conste que no tri-atleta-semi-profesional jajaja.

  3. David dice:

    Genial entrada Aarón, me has hecho reir un buen rato :) Lo único que no mencionas es la reacción del receptor del calificativo de «globerete» :)

  4. Lo de los pantalones es para negar que te conozco, dí que tú haces entrenamientos de 15 minutos y tampoco creo que los sudes mucho en ese tiempo.

    PD: Lo bien que escribes y lo poco que lo haces.

    • José Lobillo dice:

      Pues sí, el chiquillo escribe con una ironía muy elegante y un toque de cinismo que le confiere un estilo muy personal… Pero se hace de rogar bastante, y eso que tiene varias entradas en mente muy interesantes y que provocarían mucha polémica entre el mundillo runner…

  5. Vaya vaya, lo del saludo lo he vivido últimamente, me cruzo con muchos que te ven desde lejos y se los nota que esperan a que hagas el gesto, en cuanto levantas un poco la mano, voilà responden ……

    Buena entrada, yo el concepto que tengo de runnerdemierda es otro :)

  6. […] 2014 ha sido mi mejor año en esto del correr. Yo que soy un hombre de poca fe, lo empecé confesándome por aquello de la liberación. No funcionó. Enero, febrero y marzo (y los últimos meses de 2013) […]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este blog utiliza cookies para alguna de sus funciones. Haciendo click en el botón "continuar" hará desaparecer este mensaje. La información contenida en las cookies se utiliza para mejorar la navegación, recordando sus preferencias en esta página web.