Queridas piernas

No me esperaba esto de vosotras. Me teníais tan bien acostumbrado, que me habéis pillado por sorpresa, como una huelga de pilotos en navidad. Cuando más os necesitaba me habéis fallado. Una mañana espléndida para correr, nublada, 20º, nada de viento y 10 kilómetros por delante sin prisa de ningún tipo. Sólo teníais que estar a un 60% de lo habitual para cumplir sobradamente con el día de hoy, no hacía falta que ni siquiera os presentarais al puesto de trabajo. Os calenté de sobra, más de lo habitual diria yo, incluso usé un gel de calentamiento por si acaso, pero ni con esas. Normalmente peco de salir demasiado rápido en los días de rodaje… ¿pero hoy? ¡si podía hasta mirar el paisaje!. Viendo que no había forma de llegar a un acuerdo con ellas opté por dar la vuelta y acortar la jornada laboral sobre el kilómetro 4, pero la vuelta pareció enfadaros aún más. Pasé del trote cochinero al trote arrastrao del que sale a correr con resaca, y  aún asi todavía iba a ser peor. A falta de dos kilómetros para llegar a casa tuve que parar, estiraros de todas las formas posibles, gemelos, cuádriceps, isquios, tibiales, abductores y demás cosas que tenéis ahí adentro, nada. No quedó otro remedio que caminar hasta casa, aceptar mi derrota, habéis ganado. ¿Ganado?.

PD: Os avisaré por adelantado la próxima vez que haga un 16×100 y además prometo no hacerlas en menos tiempo del exigido.

Atentamente, el resto del cuerpo.

4 comments

  1. ivan dice:

    No siempre va a estar uno a tope… y te estas pegando un tute peor que el mio.

  2. […] plan objetivo para la media maratón de Gran Canaria. El día en el que tuve que parar de entrenar y volver a casa caminando me dejó muy tocado, con las piernas como piedras y la sensación de estarme pasando un poquito (o […]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *